Mediante dos decretos, prorrogó el de este año y sumó $ 60.000 millones en gastos
Cristina Kirchner firmó ayer el decreto por el que dispuso prorrogar el presupuesto de este año para 2011, ante la falta de una ley del Congreso. Pero, además, mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU) introdujo «medidas complementarias a la prórroga» e incluyó obras, deudas, modificaciones de otras leyes y aumentos del gasto que no estaban previstos en el actual ejercicio y que, por lo tanto, no podían ser prorrogados por un decreto simple.
La oposición criticó la medida y advirtió que intentará rechazar los decretos en el Congreso, en marzo (ver en la Pág. 6).
En principio, la Presidenta incluyó casi todo lo nuevo que había solicitado al Congreso en el proyecto que envió en septiembre y que el oficialismo no pudo sancionar. Así, con el DNU de ayer, la Presidenta dispondría para el año electoral de un gasto que es incluso más alto que el que solicitó al Congreso.
Incluyó unos $ 60.000 millones de gastos adicionales, la mitad de ellos financiados con nueva deuda, para realizar obras hasta ahora no previstas en ley alguna, como la llamada «Torre del Bicentenario», que albergará la nueva TV pública digital y satelital. La otra mitad es una nueva apropiación de las reservas del Banco Central para pagar a acreedores privados. Sólo por esa vía, el gasto agregado al de $ 335.122 millones de este año es de unos $ 60.000 millones, y superaría incluso en 2011 el monto de gasto total de $ 372.911,9 millones que el Ejecutivo había solicitado en el proyecto enviado al Congreso.
Desde el retorno a la democracia es la primera vez que un gobierno realiza un presupuesto enteramente nuevo sin discutir con nadie y, sobre todo, sin la intervención del Congreso que exige la Constitución.
Mediante el decreto 2053, el Gobierno dispuso que «a partir del 1° de enero de 2011 rigen… las disposiciones de la ley N° 26.546 de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2010, sus normas modificatorias y complementarias». E instruyó al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, para que efectúe los ajustes correspondientes a cada partida, lo que podría dar lugar a nuevas modificaciones.
El DNU de «medidas complementarias» -el 2054/10, también publicado ayer en el Boletín Oficial- incluye iniciativas que no parecen justificar ni la necesidad ni la urgencia. Por ejemplo, se reaviva la ley vencida que permite cambiar la hora oficial.
También se dispone extender por un año el Fondo Nacional de Incentivo Docente, se incluyen obras no previstas en leyes anteriores, como Atucha III y un reactor nuclear prototipo.
Al utilizar un DNU, el Gobierno se arriesga no sólo a planteos de inconstitucionalidad, sino también a que la oposición recoja el guante e intente rechazarlo en el Congreso, trámite que habría sido imposible con un decreto común y corriente de prórroga.
A la oposición le quedaría también el recurso de hacer su propio presupuesto. Pero hasta ahora las divisiones entre los bloques que enfrentan al kirchnerismo lo hicieron imposible. Y a Cristina Kirchner le quedaría siempre el recurso del veto parcial o total.
En cualquier caso, y salvo la vía judicial de la inconstitucionalidad y algún recurso de amparo, las fuerzas políticas que enfrentan al kirchnerismo no podrían hacer mucho hasta que comiencen las próximas sesiones ordinarias, en marzo próximo.
Con estas modificaciones, más las que se puedan hacer en los próximos días al distribuir las partidas, la Presidenta gobernará con las manos absolutamente libres en 2011, un año electoral.
Es además muy poco probable que tenga que hacer modificaciones de importancia capital mediante el uso de los superpoderes del jefe de Gabinete o de algún otro DNU, de no mediar algún imprevisto muy serio.
Nuevas sorpresas
Las nuevas sorpresas no son de descartar. Ayer, junto con el DNU que dispone la prórroga del presupuesto actual, el jefe de Gabinete usó nuevamente sus superpoderes para volver a modificar el presupuesto 2010. Se trata de cambios menores, dando de baja gastos que ya se sabe que no se harán y aumentando un poco algunas otras partidas. Se trata de los últimos retoques antes de la extensión para el próximo año.
De todas formas, el DNU de «medidas complementarias» también amplió las facultades del jefe de Gabinete para hacer cambios y modificaciones.
Hay algunas dudas también respecto de las autorizaciones para colocar deuda interna y externa el año próximo, que aparecieron en las «medidas complementarias». ¿Habrá más, y por lo tanto más gastos, cuando se conozcan los «ajustes» ordenados a Aníbal Fernández mediante el decreto de prórroga?
Las decisiones de Cristina Kirchner tienen, por supuesto, altísimo contenido político. En primer lugar, como se dijo, desafían a la oposición e inician la puja política descarnada mucho antes de las campaña electoral del año próximo.
También destacan el notable rol y la acumulación de poder del ministro de Planificación, Julio De Vido, a quien se le aumentan las millonarias partidas para subsidios, transferencias a las provincias, obras públicas y toma de deuda. Es curioso, porque se trata del responsable del área donde hoy el Gobierno se ve complicado por la falta de electricidad, gas y combustibles líquidos.
Un aliento extra para los bonos
El seguro de pago que prorrogó ayer por decreto el Gobierno, para mantener durante 2011 la vigencia del Fondo de Desendeudamiento abastecido con reservas del BCRA, dio un impulso extra a la cotización de los bonos de la deuda, que terminarán el año con mejoras que superan el 200%, como en el caso de los cupones. Las mayores alzas correspondieron a papeles en dólares como el Par (+2% en el MAE).
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