Fracaso económico y vuelta a las recetas de ajuste del FMI. Desde que asumió en diciembre de 2015, el Gobierno de Mauricio Macri ha ido tomando una serie de decisiones desacertadas.
En el plano económico que terminaron por desencadenar la fuerte crisis que hoy atraviesa el país.Cuando la corrida cambiaria hizo que el dólar llegara a un nuevo récord histórico en su cotización ($24) y que el peso se deprecie más de un veinte por ciento en un puñado de meses, la mayoría de los analistas políticos y económicos coincidían en que Cambiemos atravesaba su peor momento.
Al parecer, el mal momento de Cambiemos no solo se prolonga, sino que se intensifica. El anuncio del Presidente de pedirle un préstamo al FMI encendió las alarmas, puesto que ninguna economía sana recurre al fondo. Contrariamente, solicitar un salvataje es un fuerte indicio de que la economía anda mal y que el Gobierno no cuenta con los recursos propios para encaminarla. A todo esto, ¿cómo es posible que hace poco más de un mes el mismo Presidente anunciara optimista los efectos de sus políticas y la disminución de pobres en el país, a la par que los miembros del gabinete económico aseguraban que la inversión aumentaba, el número de desocupados bajaba y que, en consecuencia, tendríamos un 2018 auspicioso?.
Esta realidad se da de bruces con el relato oficial. Tal es así que hasta la misma prensa incondicional a Macri alerta sobre la fragilidad económica del Gobierno nacional.
En este sentido, Alfredo Leuco catalogó como “nefasta” la estrategia de pedirle un crédito al FMI, “la peor de las decisiones”, y se refirió al gabinete económico en duros términos al llamarlo “grupo de burócratas que no acertaron nunca con las soluciones económicas para la Argentina”. El periodista político del grupo Clarín repudió el acuerdo al asegurar que “nunca fue un bálsamo para nuestros problemas, todo lo contrario. Siempre, sus recetas ortodoxas e insensibles fueron un remedio peor que la enfermedad”. En el prime time de la señal TN (Todo Noticias) el analista criticó que hayan tomado la medida “entre gallos y media noche”, lo cual denota “desesperación” y “amateurismo”.
Quien tampoco escatimó críticas a la “fragilidad permanente” del Gobierno fue Carlos Pagni desde las páginas de La Nación. El columnista del diario mitrista sostiene que parte de esta “crisis autogenerada” se debe a que “el Central utilizó la herramienta cambiaria para controlar la inflación. Así retrasó más el tipo de cambio”. Lo cual “es suicida en una economía con déficit de cuenta corriente”, en un contexto en que el dólar se fortalece y, en consecuencia, hay fuga de capitales hacia la divisa norteamericana. En el mismo sentido, los columnistas especializados de la prensa internacional analizan la realidad Argentina con una mirada de preocupación, como ocurre en El País (de España), el diario londinense The Economist y los norteamericanos The New York Time y Washington Post, entre otros.
Quien tampoco escatimó críticas a la “fragilidad permanente” del Gobierno fue Carlos Pagni desde las páginas de La Nación. El columnista del diario mitrista sostiene que parte de esta “crisis autogenerada” se debe a que “el Central utilizó la herramienta cambiaria para controlar la inflación. Así retrasó más el tipo de cambio”. Lo cual “es suicida en una economía con déficit de cuenta corriente”, en un contexto en que el dólar se fortalece y, en consecuencia, hay fuga de capitales hacia la divisa norteamericana. En el mismo sentido, los columnistas especializados de la prensa internacional analizan la realidad Argentina con una mirada de preocupación, como ocurre en El País (de España), el diario londinense The Economist y los norteamericanos The New York Time y Washington Post, entre otros.
La imprevista decisión de recurrir al Fondo (inesperada inclusive hasta para algunos miembros de Cambiemos) da la sensación de que fue apresurada. Previo a negociar una línea de apoyo financiero para evitar una crisis de restricción externa, el Gobierno podría haber renegociado un swap de monedas con China, Rusia y Brasil, para aligerar la presión sobre la plaza de dólares, como ya ha ocurrido anteriormente. En un contexto apremiante como el actual también podrían haber acordado con los sectores que generan dólares para que se comprometan a liquidarlos. Curiosamente, Carlos Pagni asegura que no habrá crédito sin condicionamientos, como los que perciben México o Colombia, puesto que para ello “se requiere una posición externa sólida y baja inflación”. Según el analista, las novedades que llegan de Washington son poco alentadoras y el equipo económico estaría frente a una paradoja, ya que “se pide asistencia al Fondo para evitar una devaluación; pero la condición que pondrá el Fondo para esa asistencia podría ser una devaluación”.
En su ficha técnica, el Fondo dice que “cuando un país obtiene crédito del FMI, el gobierno se compromete a ajustar la política económica para superar los problemas que le llevaron a solicitar asistencia financiera a la comunidad internacional. Las condiciones de estos préstamos también sirven para garantizar que el país será capaz de reembolsar los recursos al FMI”. En este sentido, es válido recordar las conclusiones y recomendaciones del Fondo a la Argentina en su misión del Artículo IV del año pasado. El personal técnico del organismo señaló que es “esencial” una reducción del gasto, especialmente en “salarios, pensiones, transferencias sociales” y otras “transferencias discrecionales a las provincias”. También elogiaron el pacto fiscal con los gobernadores y la eliminación de los controles cambiarios, a la par que le dieron el visto bueno al ajuste en las jubilaciones, posible gracias al cambio de la fórmula de indexación votada por el Congreso a fin del año pasado.
Con la idea fija: doblegar a los gremios para ajustarle al trabajador
En lo que respecta al campo laboral recomiendan un marco legal más flexible. El informe señala como “principales deficiencias” al “alto costo de despido por las indemnizaciones, procedimientos complejos para despidos colectivos y condiciones restrictivas para el empleo temporal”. Como es de esperarse, avizoran al sindicalismo como una barrera para la “modernización del mercado laboral”, motivo por el cual proponen romper con la fortaleza del modelo sindical argentino de un sindicato único por sector. Los técnicos del Fondo sugerían que “los cambios deben enfocarse” principalmente en la reducción de las indemnizaciones y “limitar la extensión de la cobertura de acuerdos de negociación colectiva más allá de los signatarios directos”, generando las condiciones para la existencia de negociaciones por empresa.
Es probable que ir a tocar la puerta de Christine Lagarde, directora del FMI, (al igual que pretender acuerdos de libre comercio con la Unión Europea) obedezca más a factores del plano ideológico que a lo estrictamente económico y material. Puesto que en un mundo multipolar como el actual, en donde Europa y los Estados Unidos sufren el estancamiento de sus economías y pierden peso en el plano internacional, es anticuado subordinarse a ese bloque occidental empantanado y a su organización financiera internacional tal cual lo hace este Gobierno. La creencia dogmática en el libre mercado, fe que comparten Pro, radicales y Elisa Carrió, desconoce que las economías que crecen sostenidamente en esta etapa de la historia (China, las dos Coreas, Rusia, los países escandinavos) lo hacen desde una planificación centralizada por el Estado, apostando a modelos de desarrollo, regulando al capital, lejos de las imposiciones de los organismos multilaterales de crédito.
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