Un informe del Departamento de Estado de Energía calculó que el país tiene 774 billones de pies cúbicos de gas esquisto (tcf, por sus siglas en inglés).
Semejante reserva podrían transformar la perspectiva para los suministros del hemisferio Occidental.
Con la exploración de esquisto en la Argentina aún en pañales es demasiado pronto para determinar cuánto gas puede ser explotado económicamente.
Sin embargo, las reservas de esquisto técnicamente recuperables del país tendrían un valor de más de 3 billones de dólares bajo los actuales precios de los futuros estadounidenses.
El informe coloca las reservas de gas de esquisto de la Argentina muy por encima de las estimaciones de otros grupos en el pasado, sólo por detrás de China y los Estados Unidos, donde la perforación de esquisto ya es clave para los suministros de energía.
Los resultados llegan en un momento de estrechez para los países dependientes del gas del Cono Sur, cuyas convencionales reservas de gas natural han disminuido a cerca de 14 tcf, o menos de una década de suministro sobrante.
La producción de gas de esquisto implica la perforación horizontal y fracturamiento hidráulico, técnicas no convencionales que han revolucionado los mercados de gas en los Estados Unidos abriendo la posibilidad de 100 años de nuevos suministros.
La consultora internacional de energía Advances Resources International (ASI), que preparó el informe para el Departamento de Energía de los EEUU, sostiene que «en el área más rica de la Cuenca de Neuquén de la Argentina, por lo menos un tercio o la mitad de las reservas podrían ser económicamente viables basados en los precios actuales».
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