La jueza federal Sandra Arroyo Salgado, exesposa de Alberto Nisman, descartó que el fiscal se haya suicidado o haya sufrido un accidente mortal y, en cambio, sostuvo que su exmarido fue asesinado.
«La investigación sólo admite tres hipótesis: accidente, suicidio u homocidio. Descartamos absolutamente las dos primeras», dijo Arroyo Salgado, en San Isidro, donde ofrece una conferencia de prensa junto a los peritos legales y médico-forenses de la querella.
«Alberto Nisman no se suicidó. A Alberto Nismanlo mataron», aseveró la jueza federal de San Isidro.
Al comenzar la lectura del informe técnico sobre la muerte de su esposo, Arroyo Salgado señaló que «esta querella no busca un resultado determinado», sino que «lo único que busca es la verdad objetiva y científicamente comprobable a partir de la evidencia física».
Detalló que el «extenso e intenso informe», que tiene «casi 100 hojas», fue «elaborado por este equipo forense de distinguidos profesionales y presentado hoy (jueves) en el expediente judicial».
La exesposa de Alberto Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, señaló que el fiscal especial para la causa AMIA «no estaba alcoholizado» el día en que falleció y sostuvo que su cadáver «fue movido».
Durante la lectura del informe pericial de la querella, en la que afirmó que «a Alberto Nisman lo mataron», la magistrada señaló que se detectó «una mínima ingesta de bebida alcohólica», de modo que «los trascendidos públicos que afirman que Nisman estaba alcoholizado al momento de su fallecimiento no son certeros».
«La posición en que fue encontrado el cuerpo no fue la final, no fue la de la muerte. El cuerpo ha sido movido», señaló después Arroyo Salgado y rechazó una conclusión de la autopsia realizada, según la cual «el cadáver de Nisman presentaba el signo del espasmo cadavérico en la mano derecha».
«Podemos afirmar que ese signo no existió. El mecanismo de este signo posmortal», afirmó, para descartar la hipótesis de suicidio.
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