Esta ‘espeluznante’ historia tiene como origen en la provincia argentina de Neuquén. Todo empezó el jueves 2 de diciembre, cuando Montecino discutió con su pareja, para luego irse de su casa con rumbo desconocido a bordo de su vehiculo, el cual abandonó en un paraje junto a su teléfono móvil.
Sus familiares presentaron una denuncia por desaparición en la comisaría 18 de Río Negro el viernes 3 debido a que Arturo no volvía a casa, este suceso coincidió con el hallazgo de su carro abandonado.
El domingo 5 se encontró el cuerpo de un hombre en un canal de riego de la ciudad de Cipolletti. El cadáver tenía el rostro casi irreconocible, pero la pareja y la hijastra de Montecino aseguraron que se trataba de él porque presentaba unas cicatrices en un brazo y otra a la altura del estómago.
Asimismo, el martes 7 lo enterraron, sin embargo Arturo Montecino apareció al día siguiente en su vecindario provocando un gran susto entre los niños y un desmayo a su mujer, que terminó en un hospital cercano en estado de shock. Al ser preguntado dónde estuvo todo este tiempo, el mecánico contó que se reunió con unos amigos y que acampó en la costa del río Limay.
«Estaba muy rayado, así que empecé a caminar y estuve tirado por el río… Todavía no puedo creer que me hayan velado y hasta me da vergüenza salir a la calle» señaló.
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