El cacerolazo del jueves último en contra del gobierno de Cristina Kirchner desencadenó discusiones internas y pases de facturas dentro de la Casa Rosada. Se prepara la respuesta con una «Contramarcha»
Diversos sectores del oficialismo rechazan internamente el tono de descalificación que usó el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, hacia los manifestantes de clase media que salieron a batir sus cacerolas y también cuestionan la idea de la agrupación juvenil cristinista Unidos y Organizados de convocar a dos «contramarchas» a Plaza de Mayo, en respuesta a la protesta.
La convocatoria del 27 de octubre está confirmada, pero se abrió un debate sobre la «contramarcha» que La Cámpora propuso para el jueves próximo en la Plaza de Mayo y que contaría con apoyo presidencial.
Los ministros Florencio Randazzo y Julio De Vido, los gobernadores Daniel Scioli, Francisco Pérez, José Luis Gioja y José Alperovich, numerosos intendentes y dirigentes sociales como Edgardo Depetris, Luis D’Elía y Emilio Pérsico, que integran Unidos y Organizados, plantearon sus reservas respecto de esas reacciones.
La «contramarcha» que propuso para el jueves próximo La Cámpora, con la conducción de Andrés «Cuervo» Larroque, se discutirá mañana en la mesa de conducción de Unidos y Organizados, que contiene a las agrupaciones Kolina, Movimiento Evita, y JP Descamisados, entre otras. Abal Medina y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, la ven con buenos ojos.
Pero el peronismo histórico no está de acuerdo con pulsear en la calle, con micros y aparatos partidarios, contra los manifestantes espontáneos para propinarles una demostración de fuerza.
Así piensan De Vido y Randazzo, quienes integran el «ala moderada» del Gobierno. Incluso, el diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel minimizó ayer las «contramarchas», aunque no las descartó.
«Hay muchas agrupaciones que queremos dar respuestas a los cacerolazos, sin confrontar, pero faltan cosas por acordar. Manaña se estaría hablando sobre este tema.
«Hay muchas divergencias de opiniones. Están procesando el impacto. No hay un enemigo nítido como el agro en la crisis de 2008».
Por Twitter se desató ayer una batalla entre quienes la convocan y los activistas contrarios al Gobierno que promueven un próximo cacerolazo para el 28 de este mes. La irritación de éstos se agravó tras las declaraciones de anteayer de Abal Medina, quien descalificó a los manifestantes al decir que sólo «les importa lo que pasa en Miami» y que «no pisan el pasto para no ensuciarse».
Además de la batalla de las movilizaciones, en el kirchnerismo se desató una búsqueda de responsables internos por las políticas económicas y cambiarias que originaron la protesta en todo el país en contra de la re-reelección, la inflación, la inseguridad y la corrupción.
Comentar post