El portero admitió el crimen de Ángeles: «Fui yo, fue un accidente». El encargado del edificio pidió que «no involucren» a su mujer en el caso. El «negro de mierda» y el ADN de la bombacha
El portero Jorge Mangeri único imputado por el crimen de Angeles Rawson, expresó: «Mi esposa no tiene nada que ver, no la involucren a ella en esto…fui yo». Ocurrió en la madrugada del sábado, cuando pidió volver a declarar ante la fiscal María Paula Asaro.
Cuando la fiscal, acompañada por otros funcionarios de la fiscalía pero no por policías, le preguntó qué significaba su expresión, Mangeri explicó que hablaba de la muerte de Angeles y que se había tratado de un «accidente», indicaron hoy fuentes judiciales a la agencia DyN.
Frente a esas declaraciones, la fiscal interrumpió a Mangeri y le pidió «que guarde silencio y que lo que quiera referir lo haga en presencia de su abogado defensor en el momento oportuno y ante el Juez de la causa», según consignó en el acta oficial, difundida luego en el informe de la fiscalía.
La mucama. El viernes a la noche declaró también una mucama de la familia de Ángeles, de nombre «Dominga», quien trabajó en la casa de la adolescente entre las 9 y las 13 del día de la desaparición. Aseguró que, en ese lapso, la joven no regresó a la vivienda, en la que estaba durmiendo en una de sus habitaciones uno de los hijos de la «familia ensamblada».
Esta versión contradice a las filmaciones de cámaras de seguridad, que la mostraron regresando al edificio, y no hay registros sobre que haya vuelto a salir por sus propios medios.
ADN. El análisis de la bombacha que vestía la víctima al momento de ser hallada en el predio del CEAMSE de José León Suárez no arrojó la presencia de un tercero, por lo cual pierde fuerza la hipótesis de una presunta violación.
«Los primeros resultados del laboratorio están llegando y ya sabemos que no hay semen ni ningún otro fluido con ADN de un tercero en la bombacha», dijo hoy aTélam un investigador. No obstante, aún se esperan los resultados de los hisopados vaginales y anales que realizaron los médicos en la autopsia.
Lesiones. Si bien Mangeri se negó a declarar ante el juez de instrucción Roberto Ponce, en un momento en que ya estaba detenido y se quedó a solas con policías que lo estaban custodiando habría deslizado que golpeó a Angeles porque ésta lo habría llamado «negro de mierda», aunque no trascendió en qué contexto, ni por qué razón, dijeron fuentes judiciales a DyN.
Una serie de rasguños que Mangeri mostró en su cuerpo, en la zona abdominal y en la espalda, también despertaron sospechas de los investigadores. Mientras denunciaba que había sido torturado por policías en dos episodios previos a su detención, el portero se levantó su buzo y exhibió lesiones compatibles con quemaduras pero también «arañazos», similares a los que tenía en la espalda.
La fiscal ordenó un examen forense, que se terminó de completar bien entrada la madrugada, cuando llegó un especialista al que fueron a buscar para convocarlo cuando estaba en medio de una celebración familiar. El forense estimó que las lesiones tenían una antigüedad de entre tres y cinco días.
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