El Banco Central informó que solicitó este jueves a su par de la República de China el primer intercambio de monedas, por un importe de 814 millones de dólares, a través del acuerdo de swap suscripto en julio de este año.
El Banco Central activó ayer el swap de monedas que firmó con China en julio y que se había acordado en diciembre del año pasado. El Gobierno, que podrá utilizar estos u$s 814 millones iniciales para pagar deuda o importaciones del país asiático, quiere mostrar con este intercambio que podrá tener acceso al financiamiento externo, pese al conflicto con los fondos buitre.
La activación del cambio de monedas, que buscó el ministro Axel Kicillof en su primer viaje al exterior y que adelantó este medio, se terminó de confirmar ayer, durante una conversación telefónica entre la presidenta, Cristina Fernández, y el primer mandatario de China, Xi Jinping, que fue reflejada en la agencia de noticias Xinhua, de ese país.
“Estoy dispuesto a mantener conversaciones fluidas y contactarme con usted, darle la bienvenida a China en el momento oportuno y esperar encontrarnos nuevamente en la reunión de noviembre del G20 en Brisbane”, le dijo el jefe de Estado asiático a Cristina ayer por teléfono. La Presidenta le agradeció y recordó que ambas naciones participan de la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic y del ferrocarril Belgrano Cargas.
La intención del Ejecutivo es, de esta forma, mostrar que tiene apoyo externo y que se concreta en préstamos y obras. Por eso, los u$s 814 millones que se activaron ayer se mostrarán como una acumulación de reservas. Sin embargo, esos fondos solo podrán utilizarse en el intercambio con el gigante asiático.
Las dos vías por las que podrían cancelarse esos fondos, expresados en yuanes, será para la vía financiera o para la comercial, es decir, pagar importaciones desde China.
“La Argentina ha demostrado que tiene capacidad de acceso a financiamiento para atender, complementando los recursos propios, sus pagos comerciales y financieros externos”, aclaró el presidente del Central, Alejandro Vanoli, que agregó: “La utilización del remanente del swap y de otras fuentes de financiamiento se efectuara en función de la evaluación que se haga de la evolución del escenario internacional y su impacto en nuestra economía”.
El acuerdo inicial
El convenio inicial, cuyos términos fueron acordados en julio por Juan Carlos Fábrega, es por un swap de u$s 11.000 millones (el saldo ahora es de u$s 10.186 millones), depositados en yuanes (convertibles a dólares) y el préstamo es a tres años a una tasa del 6 por ciento.
“El BCRA ha solicitado un primer intercambio de monedas locales por un importe equivalente a u$S 814 millones”, comunicó ayer la máxima autoridad monetaria, que subrayó que acreditó “el monto equivalente en pesos a favor del Banco Central de la República Popular de China”.
Vanoli espera que el swap sirva también para calmar el dólar paralelo y el contado con liquidación, que volvieron a bajar los últimos días. Según el economista, con la entrada de estos u$s 814 millones y los más de u$s 5.000 millones de los agroexportadoras podrá mantener el tipo de cambio en lo que queda del año. Además, hoy se publicará la licitación para las compañías que proveerán el servicio de 4G en el país, lo que aportará a las reservas unos 2.000 millones de dólares.
El gigante asiático implementó en los últimos años este tipo de intercambios con varias economías de todo el mundo. El objetivo, expresado en el Libro Blanco de ese país y en los proyectos quinquenales, es ganar mercados a lo largo del globo, especialmente en los mercados productores de materias primas. Por este motivo, son varios los expertos que opinan que este tipo de herramientas dificulta la integración Cono Sur, ya que para cumplir con el swap deben orientar su actividad hacia el país oriental.
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