Quieren poner chips en cajas de súper para controlar precios. Más de 100 firmas nacionales de electrónica y electromecánica se reunieron con técnicos de la Secretaría de Comercio Interior para analizar la instalación de chips en cajas de supermercados, destinados a mejorar la información sobre precios y abastecimiento del programa «Precios Cuidados».
La utilidad del control ciudadano de la estabilidad de los precios, el gobierno nacional empezó a delinear en los últimos días un sistema técnico y de precisión para poder observar, en tiempo real, el cumplimiento de los acuerdos alcanzados con los supermercados, los laboratorios, las librerías y los sectores de la construcción y la carne.
El jueves pasado, más de 100 firmas nacionales de electrónica y electromecánica se reunieron con los técnicos de la Secretaría de Comercio Interior para cerrar en un plazo máximo de tres meses la fabricación de chips o plaquetas controladoras de precios.
Las empresas le presentaron al equipo de Augusto Costa un documento sobre las cualidades del Sistema Auditor Electrónico de Control de Precios y Abastecimiento (AEPA), una placa de almacenamiento de datos que se instala en las cajas registradoras de los comercios, entre el lector de código de barras y el controlador fiscal que envía los datos a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Una vez instalados, estos aparatos enviarán en forma exclusiva a Comercio Interior información que incluirá una descripción del producto que está siendo vendido y su precio. Los chips son, básicamente, una plaqueta con un software que transmitirá los datos. El sentido de su uso es que los comercios respeten el valor y el abastecimiento de los productos incluidos en el programa Precios Cuidados.
En el encuentro de la semana pasada en las oficinas de la Diagonal Roca, y según relataron a Tiempo Argentino fuentes oficiales, los funcionarios que responden a Costa les dieron a los empresarios un plazo máximo de 60 días para presentar 50 prototipos de estos “controladores de precios” AEPA, para analizarlos, seleccionar el más apropiado y ponerles a fabricar cuanto antes considerando los avatares de la coyuntura.
El precio hablado para la fabricación no excedería los U$S 150 por unidad, y el gobierno analiza subsidiar en parte la compra de estos equipos por parte de los comercios de distintos rubros.
En principio, el objetivo es que cuando estén disponibles, los primeros en equiparse sean todas las grandes cadenas de supermercados que son, básicamente, el termómetro del consumo y de los precios.
Según los datos a los que accedió este diario, unas 2000 sucursales de 60 cadenas de supermercados de todo el país estarían en condiciones técnicas de instalar hoy este tipo de equipos.
El apuro en la puesta en práctica de un mecanismo técnico no es azaroso. En el gobierno saben que el monitoreo popular de precios es importante, pero que no debe convertirse en el único medio para ponerle un freno al alza de los precios, una meta central del kirchnerismo luego de la publicación, el jueves último, del nuevo Índice de Precios al Consumidor que sinceró los niveles de inflación en base a una nueva medición nacional.
Los chips que fabricará la industria nacional le otorgan al gobierno, además, una herramienta de suma utilidad para ejercer controles que hasta el momento no se podían hacer. Por ejemplo, cuando un consumidor compra una lata de tomates en un comercio, la AFIP sólo recibe el dato de la facturación.
Con los nuevos controladores de precios, Comercio recibirá marca, precio y descripción del producto en ese comercio, lo que le servirá como parámetro de comparación del mismo producto en otros comercios de la misma zona. En pocas palabras, se podrá saber qué comercio especula con los precios y cuál de ellos cumple con los acuerdos pautados. «
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