El Grupo prepara medidas para impedir que el kirchnerismo venda de oficio sus licencias. La Presidenta ordenó rechazar el plan de la empresa. Los próximos pasos de las dos partes.
La decisión del Gobierno de avanzar con la adecuación de oficio del Grupo Clarín a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y así dividir sus empresas sin permitirle elegir a los nuevos dueños, provocará que la batalla contra el principal grupo de medios se extienda en el tiempo, manteniéndose vigente durante la campaña electoral y, probablemente, quedando abierta cuando finalice el mandato de Cristina Kirchner. La adecuación de oficio, de continuar su camino reglamentario, será impugnada, primero por vía administrativa, y luego judicialmente.
Desde que el multimedios presentó el plan de adecuación completo, con los nombres de quienes se harían cargo de las seis unidades en las que preveía desarmarse el Grupo, el Gobierno quedó ante una encrucijada. Aprobar el proyecto hubiese significado el punto final a la batalla que acompañó a la gestión kirchnerista desde 2008 y que durante años fue una de sus principales banderas políticas. Así, Cristina Kirchner se enfrentaba a dos dilemas: Clarín se reducía pero quedaba con todos los papeles en regla para encarar el post kirchnerismo, y por otro lado, la Afsca dejaba de tener excusas para resolver los planes de adecuación que todavía no fueron tratados por el directorio, sobre todo aquel que debe resolver si Telefónica debe desprenderse de Telefe.
Fuentes del organismo que conduce Martín Sabbatella confiaron a PERFIL que la avanzada de esta semana “fue una decisión política”. Y aclararon que se tomó “desde las altas esferas del Gobierno”, justificando así la elección de la fecha y la velocidad con la que se trató el brusco cambio de postura. La medida fue tan repentina que los directores de la Afsca que están alineados al kirchnerismo, al igual que los dos opositores, no tenían conocimiento del contenido del expediente a la hora de votarlo. El único que lo conocía era Sabbatella. Así y todo, se aprobó por cinco votos positivos contra las dos abstenciones de la oposición. “Está en riesgo la democracia”, fue el argumento que esbozó el dirigente kirchnerista. La velocidad récord también se vio en que el expediente pasó y fue aprobado por cuatro dependencias del organismo en un solo día.
La movida sorprendió a propios y ajenos. Fuentes del kirchnerismo reconocían que el plan de adecuación que había presentado Clarín parecía cumplir con las pretensiones del oficialismo. Sin embargo, desde el propio Grupo se mostraban sorprendidos por las dilaciones que el Ejecutivo mostraba para definir la división de la empresa. Allí comenzaron a especular con que la película se podía seguir extendiendo.
De oficio. Ahora, el proceso de adecuación del multimedios –que luego del fallo de la Corte Suprema parecía encaminarse a las intenciones del Gobierno– volvió a entrar en un terreno farragoso. El reglamento establece diferentes instancias que se deben ir cumpliendo, desde la notificación al actor involucrado (se realizó el jueves) hasta la transferencia final de las licencias. En el medio, el Grupo debe informar cuántas licencias tiene, el Tribunal de Tasaciones interviene para ponerle un precio a cada una de ellas, y luego el directorio de la Afsca decide cuáles se pondrán a la venta en un concurso público.
Cualquiera de esas instancias, sin embargo, podría verse interrumpida por la vía judicial. Fuentes del Grupo Clarín informaron que los abogados todavía están “analizando distintas alternativas administrativas y judiciales” a seguir. No es la primera vez que se enfrentan a la adecuación de oficio. Después del 7D, en 2013, Sabbatella se presentó en las oficinas del Grupo para notificar que se iniciaba dicho proceso. Unos días después, Clarín presentó su plan de adecuación voluntaria y el organismo frenó la actuación de oficio. En el multimedios se muestran confiados de que su plan se ajusta a la ley e insisten en que las declaraciones del titular de la Afsca “exceden el disparate”. No obstante, saben que su futuro depende de la Justicia y temen por las presiones que pueda ejercer el Gobierno.
Ayer, Sabbatella se mofó de la respuesta que presentó el diario Clarín para desmentirlo, al decir que “confirma que querían hacer trampa”. Después, le llevó al titular de la Procelac (organismo que investiga delitos económicos), Carlos Gonella, el expediente con el cruce de empresas de los accionistas del Grupo. También anunció que mandó la documentación a la UIF, la AFIP y la CNV. Al finalizar la tarde, festejó en la ex ESMA el quinto aniversario de la sanción de la ley. Hasta hace una semana, en la Afsca esgrimían que todos los planes de adecuación iban a estar concluidos para fin de año. Incluyendo también el de Telefe y Telefónica, que de aplicarse la ley obligaría a la venta del canal de mayor audiencia del país, algo que genera tensiones con el gobierno español. Sabbatella se mostró confiado en que los concursos de las licencias de las que Clarín deberá desprenderse podrán iniciarse en noviembre, pero lo más probable es que la batalla se prolongue. No sería la primera vez.
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