Fue desarrollada por investigadores del INTI y del Centro de Investigación de Plagas e Insecticidas. Permite atacar a las larvas antes que se desarrollen
Las «ovitrampas larvicidas» prometen ser una nueva y exitosa modalidad de combate contra el mosquito transmisor del dengue. Este método ya pasó por cinco años de desarrollo y fue probado en la provincia de Jujuy. Busca evitar el avance de la enfermedad, que ya fue catalogada como epidemia por el ministerio de Salud.
La trampa fue elaborada por un equipo integrado por investigadores del Centro de Investigación de Plagas e Insecticidas (Cipein.Conicet) y del Centro INTI-Plásticos. La novedad es que estos recipientes plásticos frenan el desarrollo del mosquito Aedes aegypti desde su fase de larva acuática.
Cecilia Lorenzo, licenciada en Ciencias Químicas e integrante del equipo de trabajo por parte de INTI-Plásticos, explicó que «el principio activo integrado en las ovitrampas es el pyriproxyfen, una hormona que no está presente en personas ni otros mamíferos, sólo se configura en este tipo de artrópodos. Es por ello que su uso está aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para aplicarse en aguas de consumo humano y de animales sin constituir un riesgo para la salud».
Esta molécula actúa mimetizándose con la hormona de crecimiento del mosquito e interrumpe su desarrollo mientras está en la fase de larva.
El Aedes aegypti «tiene muchas etapas de su vida en fase acuática y es por eso que en las campañas se hace hincapié en la importancia de descacharrizar. Al incorporar el larvicida en los recipientes de desove, se actúa sobre las larvas evitando que estas crezcan», agregó Lorenzo a Página 12.
La investigadora recalcó que, si bien la nueva trampa ya fue testeada en pruebas de campo en la localidad jujeña de Caimancito, buscan perfeccionarla: «Queremos que sean más atractivas para el desove de la hembra del mosquito mediante el uso, por ejemplo, de estímulos visuales, táctiles y olfativos. Es decir, la implementación de elementos que atraigan a la hembra y la hagan dirigirse allí para desovar».
Finalmente, la especialista destacó que las ovitrampas no requieren formación técnica y es previa a la existencia del mosquito, y remarcó: «Son un paso más en el control del vector. Las fumigaciones no son del todo efectivas y pueden generar resistencia. Con las trampas superamos el año y medio de trabajo y siguen funcionando perfecto».
Fuente: La Mañana
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