Integrar a los más pequeños en los espacios de trabajo de sus padres tiene más ventajas de lo que se cree. Las empresas, cada vez más tolerantes.
Algunas décadas atrás, que los hijos visitaran el lugar de trabajo de sus padres era algo impensado. Y si sucedía, era la excepción a la regla. Hoy en día, con más mujeres en el mundo laboral, que los chicos vayan a estos espacios está cada vez más naturalizado. Incluso, el cambio también es notorio en la política de las empresas, que se volvieron más comprensibles.
Desde la consultora Adecco Argentina, aseguran que el trabajo ocupa gran parte del tiempo y de las tareas diarias de las personas. Por eso cobra relevancia el interés por parte de los empleados en incorporar a la familia al espacio laboral en que se desempeñan.
«El trabajo, más allá de ser para la persona una fuente de ingreso, debe brindar satisfacción al empleado en materia afectiva, social y psicológica. Por lo tanto, una gestión de empresa responsable debe considerar no sólo al empleado, sino también a su entorno y sus afectos», subraya Alexandra Manera, directora de Recursos Humanos de la organización.
En ese marco, la directiva propone a las empresas realizar actividades para integrar a los niños en el trabajo de sus padres. En fechas especiales, como el Día de la familia o las fiestas de fin de año, son ideales los talleres de manualidades, kermesse con juegos en equipo y premios, shows interactivos, circo, talleres vinculados con la ecología y medio ambiente y salidas privadas en grupo, entre otras opciones.
Para eso, las compañías deben plantear una propuesta que interese a niños de todas las edades y generar un clima ameno y lúdico. También es esencial establecer reglas de juego claras para la visita y pautar una fecha adecuada para que el encuentro sea distendido y festivo.
«Estas actividades influyen de manera significativa sobre la motivación, el sentido de pertenencia y la generación de vínculos y creatividad», explica Manera.
Ventajas
» Construye y fortalece las relaciones entre los individuos.
» Nivela las jerarquías.
» Establece un terreno neutral donde los jefes y empleados pueden convivir libremente.
» Convoca el espíritu colectivo, contribuyendo con el compromiso y lealtad.
» Genera mayor interés y energía.
» Permite que los valores intangibles y las visiones sean experimentados y apreciados.
» Transforma las dificultades en oportunidades y las pérdidas en ganancias.
» Un ambiente agradable hace que los empleados tengan relaciones positivas.
» Mayor adaptación a los cambios.
Tendencia
Cada vez son más las empresas que abogan la cultura de la integración trabajo y familia.
Ag. de Noticias: Dia a Dia
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