Se cumplen hoy 69 años del 17 de octubre de 1945, fecha fundacional del justicialismo
Hoy, 17 de octubre, el peronismo cumple 69 años. ¿Por qué será?
Al peronismo lo han analizado de distintos ángulos, pero los otros días me enviaron un recorte del diario Clarín, donde le hacen una entrevista a Diana Bellesi, poeta importante, de una vida increíble, con motivo de la edición de su libro Variaciones de la luz. Para sorpresa de la entrevistadora, la escritora habla del peronismo desde un ángulo inédito, al menos para mí.
Bellese dice: “El peronismo es una poética sin fin. Yo arribé tarde: estuve siempre en la izquierda, sentí un bombo en el corazón desde chiquita, pero no me podía entregar al maravilloso y horrendo peronismo. Hasta hace poquito.
La grandeza del peronismo no la tiene la izquierda ni ningún otro partido. El peronismo son variables contradictorias en un mismo movimiento. Que incluso se matan entre sí. Todo en la misma masa.
Y con personajes como Eva Perón, que es una diosa, una diosa que murió joven, a tiempo, como deben morir los dioses, en estado de Justicia total. Y también es el pueblo argentino dándose cuenta de algo, de que algunos le ponían la pata encima y otros no.
El peronismo es la gran poética de la Argentina. No hay que entender la poesía. Tampoco hay que entender el peronismo. Sarmiento sabía eso, en su Facundo está.
El peronismo nació con este país, con los grandes caudillos provincianos, se amodorra y se acogota con Rosas y después vuelve y vuelve y vuelve todo el tiempo.
Yo llegué a esto después de 50 y pico de años de mantenerlo a raya, yo militaba en la izquierda pero no, ese invento europeo nunca tembló en el seno de los negritos argentinos. El peronismo sí. ¿Por qué? Por un tipo fuerte, un líder, por una mujer fuerte, por grandes traidores.
–Tuvo sus asesinos también.
–A esos no los considero peronistas, son el mal dentro del peronismo. Las bases populares son peronistas. Todo lo demás, qué sé yo”.
El peronismo, que surgió rescatando a su líder de la prisión, que se impuso electoralmente contra el inmenso poder del imperialismo (convirtió al embajador de Estados Unidos en jefe de la oposición), y la vieja oligarquía agro exportadora que había sido dueña del país, realizó desde el gobierno una verdadera revolución social.
Cuando fue derrocado resistió dieciocho años, impidiendo que los sucesivos gobiernos gorilas pudieran consolidarse, a pesar de las políticas persecutorias, de la proscripción del movimiento obrero, de las medidas económicas de exclusión.
Un peronismo capaz de renacer incluso de las traiciones, de los dirigentes burocráticos, a través del “partipacionismo”, del “colaboracionismo”, de los ensayos del “peronismo sin Perón”.
Un peronismo que sobrevivió y se reinventó después de la mayor traición a sus principios con la experiencia prostibularia del menemismo. Principios que se condensaron en tres frases de una contundencia impecable: soberanía política, independencia económica y justicia social.
Fuente: La Mañana
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