El jefe de la delegación de la Unión Europea en la Argentina, Alfonso Díez Torres, y el titular de Volkswagen Argentina y de la Cámara de Industria y Comercio Argentino Alemana, Víktor Klima, confiaron ayer en las posibilidades de concreción de un acuerdo de asociación entre la Unión Europea y el Mercosur.
«Es quizás la última chance que tenemos y tenemos que aprovecharla», señalaron en declaraciones previas a su participación en el Simposio Unión Europea-Mercosur, en el que también intervino el titular de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren.
Díez Torres anticipó que la semana próxima, cuando se reanuden las tratativas bilaterales en Asunción del Paraguay, «empezarán a develarse los parámetros fundamentales de las ofertas que ambos bloques presentarán formalmente en dos meses más».
Según el funcionario, esas ofertas «serán claramente superadoras de las que se consideraron en 2004», cuando se suspendieron las anteriores tratativas, a la espera de que concluyera la Ronda de Doha de la OMC (Organización Mundial del Comercio).
El representante de la UE destacó el «renovado interés de no perder esta oportunidad», tras la decisión política de reabrir las negociaciones en mayo del año pasado.
Recordó luego que «se trata de un acuerdo que va más allá de lo comercial, ya que involucra disposiciones de cooperación política, medio ambiente, comunicaciones» y otras.
«El compromiso político de la UE se mantiene inalterado y el Mercosur sigue constituyendo uno de los principales objetivos para lograr más competitividad», agregó Díez Torres.
Sostuvo además que «la crisis hace más necesaria una proyección al exterior, con ventajas para las dos partes, considerando que Europa es el destino de 20% de las ventas de Mercosur y el principal origen de las inversiones regionales».
Díez Torres descartó además el «mito de que la UE no puede hacer ofertas generosas y atractivas al Mercosur, en materia agrícola» y alentó un acuerdo «que no favorezca sólo la primarización de la economía, sino la industrialización innovadora».
El funcionario admitió que las tratativas son «duras y difíciles» y lo atribuyó a que junto con los temas clásicos de aranceles se negocian aspectos como normas de origen y fitosanitarias, inversiones, propiedad intelectual, etc.
Klima, en tanto, afirmó que en su reciente visita al Parlamento Europeo encontró un «amplio respaldo al acuerdo de la mayor parte de los diputados, excepto los que representan intereses agrícolas, que temen la competencia, especialmente argentina».
En lo que respecta específicamente al sector automotor, Klima dijo que «se pueden establecer plazos de diez, doce o quince años para lograr la adaptación de las firmas menos competitivas».
Recordó también que la UE ofertó la apertura inmediata de su mercado y sólo propuso contar con una cuota reducida en el Mercosur, de unas 60 mil unidades para un área que hoy representa casi 4 millones de vehículos.
Klima opinó finalmente que el acuerdo será «muy importante para el desarrollo del Mercosur y de la Argentina, ya que las empresas podrán contar con más estabilidad jurídica y mejores condiciones de planificación».
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