Tras el pliego de condiciones de convergencia empresarial. La UIA pidió un ajuste y reclamó una reducción de los costos laborales. En línea con el pliego de condiciones del Foro de Convergencia Empresarial, el vicepresidente de la Unión Industrial, Juan Carlos Sacco, dijo que «es necesario hacer ajustes». Sus pares salieron a bajarle el tono en público, pero el reclamo se repitió a puertas cerradas frente a Daniel Scioli.
Parece que la Unión Industrial Argentina (UIA) no tiene candidatos, pero sí un proyecto de país. El vicepresidente primero de la entidad, Juan Carlos Sacco, sostuvo que «puede que continúe este proceso pero con los ajustes que se tienen que hacer. Acá hay ajustes que el gobierno sabe que debería haber hecho y después de 12 años no es fácil.»
El empresario formuló estas declaraciones en Radio América unas horas antes de que la cúpula de la UIA recibiera al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
Sacco exigió al precandidato a presidente del Frente para la Victoria (FPV) que responda una serie de preguntas a los dirigentes industriales. «Tenemos clarito lo que queremos escuchar. Queremos que nos cuenten qué van a hacer con las siete u ocho variables más importantes en los primeros 100 días. Queremos saber qué van a hacer con el cepo cambiario, que no ha permitido el buen desempeño del comercio exterior», declaró Sacco en referencia a las restricciones a la compra de divisas, que los opositores Mauricio Macri y Sergio Massa habían prometido eliminar en un día y un centenar, respectivamente.
El eje de los planteos empresarios hacia Scioli también giró en torno de los salarios y este debate sobrevoló la reunión con Scioli. Así como para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha destacado como un logro de los últimos diez años el Salario Mínimo, Vital y Móvil más alto de Latinoamérica, los industriales se quejaron de los problemas que les ocasionan los altos costos laborales en dólares que pagan en comparación con otros países de la región, tal como se quejaba José Ignacio De Mendiguren en una entrevista con Tiempo. Por supuesto, esto no significa que sólo se deban bajar los salarios. También pueden reducirse las cargas patronales, desfinanciando la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), y las jubilaciones y la Asignación Universal por Hijo (AUH). Un ajuste a las familias asalariadas, ya sea directo o indirecto.
«Para que haya inversión tiene que haber confianza, hoy por hoy no la hay», acotó Sacco, quien subrayó que los tópicos que preocupan a la UIA son «la falta de inversiones, las leyes laborales que impactan fuertemente en la creación de empleo y el tipo de cambio». En el mismo sentido, hace medio año, en el Foro de Convergencia Empresarial (FCE), los industriales fueron los más acérrimos defensores del mercado. «El Mercado le va a ganar al Estado, y el debate es cómo liberar las fuerzas del mercado para producir», indicó Luis Betnaza, vicepresidente de la UIA y representante de Techint, mientras otro empresario de la industria automotriz se quejaba porque la Argentina no era «un país normal».
En la misma línea, Sacco resaltó la noción de shock institucional, defendiendo «la independencia de poderes con la justicia, algo que hoy no se cumple».
Esta no es la primera vez que los empresarios ponen condiciones a un candidato a presidente, o incluso a un primer mandatario en sus funciones. Por poner un punto de partida, la historia se podría remontar a las salutaciones de la Sociedad Rural Argentina (SRA) a la Junta Militar que había venido a exterminar una parte del pensamiento argentino, sin miedo a acudir a las más graves violaciones a los derechos humanos. Pero muy recientemente, la creación del Foro de Convergencia Empresarial (FCE) funcionó como una innovación en la estructura de lobby del sector empresarial, tal como publicó Tiempo el último domingo.
La mecánica de publicar documentos exigiendo cambios estructurales, el ajuste del empleo y los salarios y la flexibilización de las leyes laborales, y la organización de eventos en los que obligan a los candidatos a expresar sus posturas, e incluso los seducen acerca de las inmejorables ventajas del libre mercado con un Estado chico es bastante innovadora, y la UIA, que pertenece al Foro de Convergencia, aprovechó la oportunidad para imitar el formato. De esa manera, la institución invitó primero al radical Ernesto Sanz, para luego hacer lo mismo con Scioli.
Asimismo, Sacco sostuvo que «entre Scioli y Macri, con distintos matices, no veo grandes diferencias. No le veo grandes diferencias, pero no lo veo volviendo a la década de los ’90», lo cual alentó la cólera del gobernador bonaerense, quien en la reunión buscó defender las políticas de la última década (ver nota). Las palabras del empresario no sólo enojaron al candidato, sino también a uno de sus colegas, José Urtubey, quien opinó que «hablar de ajuste es totalmente inconveniente» .
Aunque la reunión entre empresarios y Scioli manifestó tensiones por los dichos de Sacco, luego continuó con total normalidad. «Le hicimos una presentación con nuestro análisis de la realidad argentina y nuestras propuestas, siempre mirando al largo plazo y después se lo entregamos para que lo analizara», señaló el secretario de la UIA, José Ignacio De Mendiguren. Los ejes del trabajo fueron «la ampliación de la base industrial, la innovación, las mejoras en la competitividad, la producción sustentable y la mayor inserción internacional», según el dirigente, quien aseguró que el escrito «tiene como 200 hojas».
Los industriales le mostraron números del crecimiento industrial de la última década para tratar de evidenciar que hay un «amesetamiento» del sector y que se está dando «un ajuste por el incremento en los precios». Hicieron especial hincapié en la inflación y la marcaron como el principal punto a combatir. Se habló de paritarias pero no de la polémica por las cifras del 27% obtenidas por los principales gremios. Los industriales plantearon que era necesario que se hable no sólo de salarios sino también de otros temas, como de recursos humanos. Pero quizás el objetivo era excluir la negociación salarial de las paritarias. No hace mucho, el propio Sacco había pedido que «por un año, como se ha hecho en otras épocas, el Gobierno dé por decreto un aumento salarial».
Luego de la reunión, De Mendiguren evitó dar una opinión personal sobre los dichos de Juan Carlos Sacco, y en el mismo sentido se expidió Luiz Betnaza: «La UIA no se manifiesta a través de las opiniones personales de sus integrantes sino por la vía de sus comunicados oficiales. Tenemos que ser respetuosos de las opiniones de los demás y no salir a comentarlas o cuestionarlas. En la UIA, al igual que en otras organizaciones, hay opiniones de lo más diversas.» Otros dirigentes industriales apagaron o silenciaron sus celulares, y se negaron a atender. Pronto un manto de silencio respecto de las declaraciones del industrial cayó sobre la cámara, que evitó expedirse como entidad, aunque tampoco nadie desdijo a Sacco. «No pedimos nada, marcamos tópicos y preguntamos al candidato qué opina. Nos sentamos a dialogar. Él viene con sus equipos y nosotros con los nuestros», concluyó Sacco.
La UIA habla con todos y exige que la escuchen. No tiene candidato, sino que busca imponer su visión a todos los que aspiran a sentarse en el sillón de Rivadavia.
Fuente: Tiempo Argentino
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