Cristina negó discusión entre Néstor y Moyano. La Presidenta volvió a desmentir que haya un cepo cambiario y dio a entender que Kirchner quería ser el candidato presidencial en 2011. Consideró que hubo intentos “destituyentes” en su contra.
Con escasas definiciones sobre la actualidad y una mirada retrospectiva sobre su vida y la de Néstor Kirchner, la Presidenta dio ayer la segunda entrevista para su propio programa televisivo, Desde otro lugar , esta vez con Jorge Rial como periodista invitado.
En un diálogo de media hora que se transmitió a las 19 por el canal América y a las 20.15 por la Televisión Pública, Cristina Kirchner volvió a negar que exista un «cepo» a la compra de dólares, contó que para 2011 estaba definido que el candidato fuera el ex presidente y no ella y confesó que Kirchner temió que el asesinato de Mariano Ferreyra, en 2010, se convirtiera en un nuevo «Kosteki y Santillán», el caso que obligó a Eduardo Duhalde a adelantar la entrega del poder en 2002.
Estas definiciones fueron las más picantes de la entrevista, una primera entrega, que se vio ayer y que alcanzó picos de rating de 9,5 en el canal de Daniel Vila y José Luis Manzano.
La pregunta más incisiva llegó sobre el final y quedó para el próximo domingo. «Presidenta, ¿qué fue a hacer a Seychelles?», soltó Rial mientras Cristina Kirchner bajaba la vista, sonreía y tomaba la copa que estaba sobre la mesa de vidrio.
«No hay ningún cepo, acabo de venir de Nueva York. Sabés la cantidad de argentinos que me encontré… En Rusia también», definió. Cristina sostuvo que no existe país alguno en el mundo en donde se puedan comprar dos millones de dólares para ahorrar y justificó así la imposibilidad de adquirir moneda extranjera para atesoramiento. Esa misma cantidad había comprado en un día el ex presidente Kirchner, que después justificó para la adquisición de un hotel en El Calafate. «Dólar para atesoramiento no tenés ninguna razón para tener», insistió. «Te invito a que vayas a cualquier país del mundo y preguntes dónde se pueden comprar dos millones de dólares sin decir para qué», agregó.
La Presidenta relató, una vez más, la última noche que pasó con Kirchner y recordó cuando vieron juntos por televisión a Luis D’Elía, que había dicho que prefería a Cristina para 2011. «Aunque midas 80 puntos, voy yo», dijo que le advirtió el ex presidente.
Cristina reiteró que tras su reelección hubo una corrida bancaria y que por eso se restringió la compra de dólares. No hubo repregunta respecto de la lógica que sigue la AFIP para habilitar o no dólares para viajar. «Querían provocar una devaluación», abundó, y consideró posible un golpe institucional en su contra. «De Clarín y [Héctor] Magnetto creo cualquier cosa. Algo de eso intentaron en la crisis de 2008 con las patronales agropecuarias, que tuvo un desarrollo mediático impresionante», respondió. Ante la consulta de si veía posible que la destituyeran, no lo dudó: «Creo que sí, ya hubo un claro intento».
La otra pregunta con que la intentó incomodar fue cuando Rial hizo responsable al Gobierno de haber sido artífice de que Clarín se convirtiera en «un monstruo» mediático. «La fusión llevó la firma de Kirchner», la apuró el conductor de Intrusos . «Está la firma del jefe de Gabinete ahí también. Siempre fui muy crítica de esa relación. Yo estaba en contra», dijo, e hizo responsable, sin nombrarlo, a Alberto Fernández.
En su recuerdo de Néstor Kirchner, Cristina llegó a contar que el ex presidente «gritaba de noche» como resabio de la época de los 70.
Un largo párrafo de la entrevista se llevó el asesinato de Mariano Ferreyra, el militante del Partido Obrero muerto a manos de una patota de la Unión Ferroviaria. La Presidenta describió por primera vez que Kirchner se imaginó entonces un nuevo caso como el de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, asesinados por la policía bonaerense en una manifestación que obligó a Duhalde a adelantar la sucesión presidencial.
Aunque no lo dijo con todas las letras, Cristina dejó entrever que le había sugerido renunciar en 2008, cuando cayó la resolución de las retenciones en el Senado con el voto en contra de Julio Cobos. «Hubo un momento en el que él sintió que se había equivocado en la elección de mi compañero de fórmula y sintió un peso específico muy grande. Él tenía hacia mí una cosa muy distintiva de protección. Siempre me protegió», largó. «Me acuerdo que esa madrugada me dijo: «Siento que no voy a poder protegerte más». Él sintió siempre como una carga esa elección [por Cobos]», explicó.
Tal como había dicho Rial en la previa, Cristina dijo que «le encantaba» Carlos Menem cuando disputó la interna peronista con Antonio Cafiero por su discurso y el «carisma» que tenía entonces el riojano. Por último, aunque admitió que nunca lo había visto, le recomendó a Nelson Castro que fuera al psicólogo él en lugar de diagnosticarla a la distancia.
MACRI: «AHORA, LA PRESIDENTA ME ATIENDE»
Los tiempos de tensión entre el gobierno nacional y la administración de Mauricio Macri parecen ser cosa del pasado. «Ahora, siempre que la llamo me atiende», afirmó Macri durante el almuerzo televisado de Mirtha Legrand. El jefe de gobierno porteño sorprendió a la conductora al afirmar que habló «un par de veces» con la primera mandataria y que «hay muchas áreas de cooperación» entre Nación y ciudad. Macri fue menos amable con Sergio Massa, al afirmar que no es «amigo» del intendente de Tigre, y agregó que nunca «concilió muy bien» con Elisa Carrió, su competidora en la Capital..
Fuente: La Nación
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