En medio de la campaña, la precandidata a presidenta del Frente de Todos, Cristina Kirchner, volvió a echar mano este miércoles a la polémica que ella misma había introducido sobre la explosión de las segundas marcas como alternativas de consumo frente a la pérdida de poder adquisitivo.
La líder de Unidad Ciudadana, que la semana pasada había generado revuelo en un acto en Mar del Plata con la mención de «Pindonga» y «Cuchuflito», publicó en sus redes sociales fragmentos de una nota del diario español «El País» con referencias al tema.
«Es tan obsceno el blindaje mediático que tienen Macri y Vidal que, como en otras tristes épocas, para entender lo que pasa en nuestro país y en la provincia de Buenos Aires hay que recurrir a la prensa internacional», justificó Cristina Kirchner en Twitter.
Para la ex presidenta, el problema del auge de «las segundas marcas» es que éstas no suponen por su propia existencia una proliferación de pymes, lo cual incrementaría virtuosamente la competencia, sino que «son producidas por las grandes empresas».
En otro tuit, la compañera de fórmula de Alberto Fernández lamenta, como consecuencia del ajuste en la capacidad de consumo, de los sucedáneos, es decir, productos que se parecen a determinados alimentos pero que tienen un inferior aporte nutritivo.
«Algo que los argentinos sinceramente no nos merecíamos: tener que tomar leche que no es leche», recriminó la ex jefa de Estado.
El artículo periodístico que cita la ex mandataria explica que la pérdida de «al menos un 12% anual» de poder adquisitivo, «a causa de la inflación y la recesión, ha propiciado una explosión de las segundas marcas, más baratas».
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