La cofundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chorobick de Mariani, manifestó hoy su «sospecha» sobre la existencia de «un delito mucho más grave que la apropiación» en la causa que investiga si Marcela y Felipe Noble Herrera
«Debe haber algo mucho más grave que se está cubriendo detrás del caso», expresó en diálogo con Télam «Chicha» Mariani, abuela de Clara Anahí, que fuera secuestrada cuando tenía tres meses de edad por un comando de las fuerzas de seguridad encabezadas por Ramón Camps y Miguel Etchecolatz, de su domicilio de la ciudad de La Plata.
Además, la fundadora de Abuelas consideró que «va a ser muy difícil que se llegue a la verdad» sobre la identidad de los hijos adoptivos de la dueña del grupo Clarín, porque «aún si se hacen el ADN, con una transfusión de sangre se puede modificar».
«Hay trampas y van a usar todo lo que puedan, eso me produce una gran pena», lamentó Mariani, que busca a su nieta desde el mismo día de su secuestro, el 24 de noviembre de 1976.
«Me llama la atención que no terminen con las dudas de tantas abuelas que están esperando saber si Marcela puede ser su nieta, pero al ‘emporio´ y a la ‘señora´, eso no le importa», opinó.
Estimó «probable» que Marcela y Felipe «se vayan del país, aunque creo mucho en la buena intención de la jueza -Sandra Arroyo Salgado- que está actuando muy bien», aclaró la abuela de Clara Anahí que mantiene la sospecha de que Marcela «podría ser mi nieta».
«En 1979 comencé a tener dudas por los comentarios de obispos acerca de que mi nieta estaría en un lugar ‘de mucho poder´», y esas dudas crecieron con el tiempo hasta que «por 1984 o 1985, Guillermo Patricio Kelly -dirigente político fallecido- me dijo que buscara a mi nieta en Clarín».
Relató que a través de fotografías, llegó a la conclusión que por su parecido físico, Marcela Noble Herrera podría ser la nieta buscada, aunque en un principio desechó esa posibilidad debido a que las fechas de adopción de los expedientes eran anteriores al nacimiento de Clara Anahí.
«Al principio una confiaba en esos datos, después renuncié a Abuelas y dejé pasar unos años hasta que el ex juez Marquevich me comunicó la falsedad de los datos», recordó.
Mariani reconoce que por el momento no quiere intervenir como querellante en la causa judicial «para no demorar el trámite», pero que «se muere de ganas por hacerlo».
«Ojalá que mi pesimismo no llegue a ser realidad», dijo la fundadora de Abuelas sobre la causa judicial que desde hace diez años investiga la identidad de Marcela y Felipe Noble Herrera, cuya nueva instancia será el próximo jueves cuando la Cámara Nacional de Casación Penal resuelva si avala la extracción de muestras de sange, saliva o pelos «con o sin consentimiento».
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