Se trata de un pronunciamiento conjunto que se realizó con otros cinco defensores del niño de las provincias de Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Misiones y Santiago del Estero.

La Defensora Nacional de los Derechos de las niñas, niños, y adolescentes Marisa Graham, advirtió sobre las grandes desigualdades generadas en el acceso a las herramientas tecnológicas y la conectividad con la escuela a causa de la pandemia de Covid-19 y enfatizó la necesidad de contar con infraestructura edilicia e insumos en todos los establecimientos educativos.

En un pronunciamiento conjunto con otros cinco defensores del niño de las provincias de Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Misiones y Santiago del Estero, Graham detalló que los niños expresaron «su deseo de volver a vincularse en las aulas» y que la falta de encuentro con sus pares se vio reflejado en «un aumento en el 2020 de consultas por consumos, depresión o ansiedad”

Graham señaló en el documento que reconoce los esfuerzos desde el Estado nacional, provincial, docentes y padres para garantizar el acceso y sostener la trayectoria escolar «pero no podemos dejar de advertir las grandes desigualdades generadas en el acceso a las herramientas tecnológicas y la conectividad»

Indicó además que el Estado nacional y los gobiernos provinciales deben realizar «los máximos esfuerzos presupuestarios para poder contar con la infraestructura edilicia así como con los insumos adecuados, que deben ser garantizados» para asegurar la situación sanitaria en las escuelas.

Puntualizaron además que rescatan «la palabra de niñas, niños y adolescentes, expresando el deseo de volver a la vinculación con las aulas» ya que «la escuela es resignificada por ellos mismos como espacio de pertenencia, siendo por lo tanto una prioridad en la toma de decisiones que no podemos desatender y nos exige la garantía para su existencia”.

El documento advierte que esta adversidad «nos pone frente a la oportunidad de revisar y transformar la educación y el sistema escolar que ya venían mostrando signos de agotamiento de los modelos tradicionales de enseñanza».

Fuente: La nueva Mañana