Los cuadros que militan en los espacios juveniles quieren ocupar espacios de poder en las próximas elecciones. Algunos dicen que es difícil ganarles lugar a los «dinosaurios de la política». Algunos ya se lanzaron. Otros esperan definiciones internas. Pero habrá caras nuevas en 2011.
La renovación de los cuadros de representantes es todavía una deuda pendiente de los partidos políticos argentinos y, con las miras puestas en las elecciones de 2011, los semilleros de las principales fuerzas buscan ganar espacios de poder para pelear candidaturas.
Si bien la militancia de base siempre estuvo integrada por jóvenes, las actividades siempre estuvieron restringidas a trabajos de campo y no en las filas de responsabilidades ejecutivas.
En todos los espacios, la puja por espacios de poder y decisión que todavía siguen en manos de los «dinosaurios» de la política es un objetivo a superar para buena parte de las nuevas filas.
Aunque todavía no están definidas las candidaturas para el año próximo, en los principales partidos políticos comienzan a gestarse debates internos para determinar los nombres de los cuadros que estarán en las listas.
Formación de nuevas filas
En el Ministerio del Interior existe una suerte de laboratorio para la formación de nuevos dirigentes: el Instituto Nacional de Capacitación Política (INCAP) funciona como «una clínica de la praxis política», según se lee en su sitio web.
El titular del organismo, Guillermo Justo Cháves, le asegura a Notio que existe «una buena base» de cuadros políticos en todos los espacios aunque, subraya, que el oficialismo es «el que tiene mayor cantidad de figuras».
«Hay una renovación incipiente. Aunque todavía existe una suerte de tensión entre los nuevos dirigentes y los políticos de más años», explica el funcionario en diálogo con Notio. Sin embargo, confía en la aparición de nuevos cuadros para pelar candidaturas en 2011.
Para Cháves, el kirchnerismo «contribuyó a la renovación política» porque, considera, «concientizó a los jóvenes de trabajar en el marco de un proyecto colectivo y no individualista».
Para el oficialismo, el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner demostró el poder de convocatoria del Frente para la Victoria (FPV) y, sobre todo, la gran cantidad de jóvenes que apoyan al modelo actual.
Tras las exequias del ex mandatario, todos los funcionarios del gobierno nacional subrayaron la masiva participación de los jóvenes militantes.
De hecho, agrupaciones como «La Cámpora» tuvieron un importante protagonismo en los últimos años (con la venia del hijo del ex presidente, Máximo Kirchner) que podría significar la obtención de espacios en los próximos comicios, aunque el movimiento ya cuenta con varias figuras en el gobierno, como el legislador porteño JUan Cabandié o el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde.
«El diálogo intergeneracional es muy importante -señala el titular del INCAP-. Existe una capacitación permanente y se educa para gobernar».
Cháves confía en el surgimiento de nuevas filas de cara al año electoral, aunque aclara que lo importante es «la continua formación» para que los jóvenes cuenten con el background necesario y no se vean contaminados por «las viejas prácticas de la política», advierte el funcionario.
El kirchnerismo, por ejemplo, promovió espacios para dirigentes que provenían de organismos de derechos humanos, como el propio Cabandié y la diputada nacional Victoria Donda (hoy alejada del oficialismo y alineada con Proyecto Sur, de Fernando Pino Solanas).
Según versiones, durante 2011 podría pasar lo mismo con otras organizaciones vinculadas a los dos principales ejes políticos de los últimos meses: la comunicación y la diversidad sexual. Se miden a muchos dirigentes que provienen de esas ramas para analizar el lanzamiento político de muchos.
Los otros espacios
Desde la Unión Cívica Radical (UCR) también se viven días de movimientos y decisiones internas. A la aún irresuelta interna entre Ricardo Alfonsión, Julio Cobos y -eventualmente- Ernesto Sanz, se suma el inicio de las determinaciones en las filas provenientes de la Juventud Radical (JR).
El titular de la corriente, Nahuel Ibazeta, se perfila como candidato a cargos electivos en su San Juan natal. En la ciudad de Buenos Aires, por su parte, ya se lanzó el ex presidente de la JR, Hernán Rossi.
«Existe una dificultad histórica para que los jóvenes puedan acceder a espacios de participación política. Y sigue habiendo resistencias. A nadie le gusta abandonar espacios de poder», admite Rossi.
El dirigente ya se lanzó como candidato a Jefe de Gobierno por la corriente interna «La Cantera», aunque todavía resta la escala de las primarias partidarias.
«No se trata de tirar a los viejos por la ventana. Nosotros (por los cuadros jóvenes) estamos preparados y nos merecemos ocupar espacios», sostiene Rossi.
«Hay que saber conjugar las caras nuevas con la experiencia. Nosotros los necesitamos y ellos (en referencia a los dirigentes tradicionales) nos necesitan», afirma en charla con Notio.
Otro de los partidos que les da espacios a los jóvenes es el PRO, que encabeza Mauricio Macri. La titular de la Juventud Nacional del partido es la diputada nacional Soledad Martínez, y buena parte de la bancada macrista en la Legislatura de Buenos Aires son jóvenes que asumieron sus bancas sin mucha experiencia previa en cargos públicos.
Por otra parte, desde Proyecto Sur, el referente de las filas juveniles de Buenos Aires Para Todos, Fernando Tocco, asegura que en la alianza partidaria que encabeza el diputado nacional Fernando Pino Solanas también permite el crecimiento de las nuevas generaciones de militantes, pero no vista desde la puja con las estructuras de los políticos con más años.
«No existe ningún conflicto, no lo vemos de esa manera. Los jóvenes están muy comprometidos con las decisiones del espacio y muy integradas con los espacios de conducción», puntualiza Tocco.
El dirigente le dijo a Notio que Proyecto Sur es un «espacio amplio» en el que «no se dan pujas por el recambio».
Tocco afirma que para la renovación no «es necesaria la aparición de caras nuevas» sino que, por el contrario, «las nuevas prácticas de la política son en sí mismas la renovación».
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