Se destraba también Ley de Participación Privada en Obras Públicas… La similitud con Kirchner… El macrismo y los radicales negociaron todo el fin de semana con Massa y el PJ. Habrá más compromiso de fondos a provincias.
Puja de último momento anoche por recorte a superpoderes… El macrismo necesitaba aire en el Congreso esta semana, después de la seguidilla de frenos y fracasos que puso en duda las chances que tenía Mauricio Macri de terminar el año con todas sus leyes clave aprobadas.
El fin de semana, entonces, casi todo el Gobierno estuvo en alerta y negociando. De ahí salieron dos acuerdos esenciales que anoche estaban casi terminados, al menos en la letra gruesa: los cambios al Presupuesto 2017 y el proyecto de Participación Público Privada, tema esencial para Mauricio Macri.
En realidad, muchas de esas modificaciones ya estaban acordadas desde la semana pasada, pero el estallido político que hubo en Diputados después que Elisa Carrió tirara por la borda con sus declaraciones el acuerdo con el massismo en Diputados y con el peronismo en el Senado para votar la ley que modifica el Ministerio Público y limita el mandato de Alejandra Gils Carbó, tapó toda conversación posible entre oficialismo y oposición.
Una regla básica de la política es que no se puede dejar «pagando» a un opositor después de haber cerrado un acuerdo. Con el rechazo de Carrió a votar la Ley de Ministerio Público y la decisión de Macri de acatar, una vez más, la sentencia de la chaqueña, los macristas del Congreso cometieron precisamente ese pecado político y quedaron a la intemperie en que los dejó la onda vengadora que ensayaron tanto Sergio Massa como Miguel Pichetto por haber roto pactos ya cerrados.
Para que se pueda imaginar el sofocón vivido por los opositores, basta pensar en la imagen de Massa o Pichetto apareciendo en los recintos con un voto a favor de la ejecución de Gils Carbó, mientras Cambiemos no puede controlar a sus propios diputados tras esa ley.
Ese momento pasó y el fin de semana volvieron la cordura y los acuerdos que ya estaban prácticamente cerrados, antes de que Carrió demostrara su poder con las declaraciones sobre Gils Carbó.
Anoche los cambios al Presupuesto 2017 negociados con la oposición estaban acordados en un 80 %. Restaba solo la letra fina del recorte a los superpoderes que el macrismo prometió.
El Frente Renovador pidió que el Ejecutivo contara con la facultad de poder reasignar partidas por sólo el 5 % del monto total. Ese límite en realidad puede tener variantes de acuerdo a dónde se aplique y en este punto trabajaba ayer el PRO, Como los montos destinados a cada jurisdicción son diferentes, podría darse el caso que una modificación del 5 % en partidas a un sector del Estado, se traduzca en un cambio del 50 % en el área al que están destinados.
Por lo tanto se estudiaba una redacción en la que se fijará que los cambios y reasignaciones de partidas deberán ser razonables y no modificar sustancialmente los fondos asignados a cada jurisdicción.
No habrá cambio en cuanto al uso de los DNU para incrementar el gasto total, una herramienta que el kirchnerismo utilizó hasta el hartazgo para modificar sustancialmente el Presupuesto de cada año asignando la mayor recaudación, en muchos casos producto de subestimación de ingresos o del efecto de la inflación, a cualquier área sin autorización alguna del Congreso.
Para llegar al acuerdo, también se incluyó una partida especial de $5.000 millones en el fondo sojero. Rogelio Frigerio, Emilio Monzó, Nicolás Massot, Laspina, Massa, Marco Lavagna y Diego Bossio negociaron y supervisaron también los aportes y compromisos de obra de la lista de la felicidad que se incluyó para responder a los reclamos de cada provincia.
En esa lista también se incluyeron la coparticipación de la mitad de los $14.000 millones para financiar cajas provinciales, $1.000 millones mas para Universidades Nacionales, $1.200 millones para reforzar Ciencia y Tecnología, de los cuales $800 millones que irán al Ministerio de Ciencia y Tecnología que tiene a Lino Barañao con amenaza de renuncia por este tema, y un aumentó en $550 millones para el Sedronar.
En medio de las negociaciones, Pichetto se reunió con el gobernador Gustavo Bordet y con senador nacional Pedro Guastavino en la Casa de Entre Ríos. «Es nuestra intención que el gobierno pueda tener un presupuesto que es ni más ni menos que su plan de gobierno para el 2017,pero es necesario que dentro de ese presupuesto se contemplen las realidades de las provincias»,dijo Bordet allí.
La negociación también alcanzó a la ley del PPP: hay compromiso para votarla este miércoles, después de un refuerzo en las chances de contratar empresas nacionales, pedido por el massismo, y un refuerzo de los controles.
Ag. de Noticias: ámbito.com
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