El gas natural aumentó en abril: ya cuesta más que tras el «tarifazo». Con el nuevo aumento del metro cúbico y de los cargos fijos, desde abril el gas ya cuesta más que cuando lo “volteó” la Corte.
Como pasó en 2016, el aumento del gas natural y el precio de las boletas de Ecogas volverán a ser “el” tema del invierno. Es porque los subsidios del Estado nacional siguen en retirada con la idea de sumar inversiones y los usuarios deben abonar cada vez una proporción mayor del costo de extracción, transporte y distribución del producto.
Para tener una dimensión de lo que serán las facturas de este invierno, basta decir que, según la categoría de usuario, sufrirán un incremento de entre el 5 y el 15 por ciento por sobre las del llamado “tarifazo del gas” de abril del año pasado. Así es, serán más caras que como habían quedado tras la suba que luego “volteó” la Corte Suprema. como se recordará, el máximo tribunal había obligado a las distribuidoras a refacturar a valores inferiores para poner “equidad, gradualismo y progresividad” y porque no se habían hecho las audiencias públicas que marca la ley.
Dicho de otra forma: primero el gas subió muy fuerte porque se sacaron de golpe todos los subsidios. Era abril de 2016. El problema es que las boletas fueron tan altas y la gente se quejó tanto que –luego de varios amparos y fallo de la Corte mediante– el Gobierno tuvo que dar marcha atrás y refacturar con valores menores a partir de octubre (y de forma retroactiva). A los que les cobraron de más, les devolvieron el dinero en las boletas posteriores.
Ahora volvió a subir y ese incremento pone a las facturas de este invierno entre un 25 y un 35 por ciento por encima de octubre de 2016; y entre un 5 y un 15 más caras que en abril de ese año.
En todos los casos, las facturas que más aumentaron son las de las categorías más bajas, que corresponden a los clientes que tienen consumos menores.
Tres casos de distintos consumos
EJEMPLO 1. Para los usuarios de consumo mínimo (una persona sola o una pareja, con cocina y calefón, y sin calefactor), que están dentro de la categoría R-1, el valor del metro cúbico pasó de 1,92 pesos en octubre de 2016, a 2,56 ahora. Este valor es mayor que los 2,27 pesos a los que había trepado en el “tarifazo” de abril de 2016. También subió el cargo fijo que llega con cada boleta: costaba 43,19 el año pasado y, ahora, 68,76, un 43 por ciento más.
EJEMPLO 2. Para una familia con consumos medios (R3-1) que, además de los artefactos de la categoría anterior (cocina y calefón) tenga un calefactor (o dos, pero con un uso moderado), el metro cúbico costaba 3,72 con el “tarifazo” y bajó a 3,10 luego del fallo de la Corte Suprema. Ahora volvió a subir y cotiza a 3,84 pesos. También subió el cargo fijo, de 67,5 a 120,21.
EJEMPLO 3. En el caso de una familia con consumo elevado (cocina, calefón o termotanque y al menos dos calefactores con un uso importante), de la categoría R3-3, el metro cúbico pasó de 3,24 en octubre a 4,05 ahora. Antes, con el “tarifazo” de abril de 2016, había llegado a 3,86 pesos.
Para hacer el cálculo, se tuvo en cuenta que no haya ahorro de un año a otro y se consuma la misma cantidad de gas. Para eso será clave que las temperaturas, al menos, se mantengan en los mismos valores de 2016.
Si hubiera ahorro de más de un 15 por ciento, se logra un descuento de entre un 15 y un 35 por ciento, según la categoría. En este caso, los descuentos son mayores entre los consumos menores.
Explicaciones
Pero, ¿por qué el metro cúbico es más caro ahora que en el “tarifazo” de abril de 2016 si se acordó que recién en abril de 2018 se alcanzaría, gradualmente, ese precio?
Eso efectivamente sucederá con el precio del gas en “boca de pozo” (mayorista), pero no con el valor del metro cúbico final que paga cada usuario. Esto es así porque ahora hay que sumar a ese precio del gas mayorista –que se ajusta semestralmente en dólares–, el resultado de la revisión tarifaria integral por la que se asegura a transportistas y distribuidoras ingresos para los próximos cinco años. La idea del Ministerio de Energía es que con eso hagan las inversiones obligatorias y se garantice la rentabilidad.
Cómo no gastar tanto en gas
Para “escaparle” a los aumentos hay dos maneras. Una: ahorrar gas respecto del año anterior. De esa forma se consiguen rebajas de entre el 15 y el 35 por ciento, según la categoría.
La otra forma: ser beneficiario de la Tarifa Social. Allí entran jubilados, pensionados y monotributistas que cobren menos de dos salarios mínimos y titulares de planes sociales. Eso sí, siempre que no tengan más de un inmueble ni no posean un auto de menos de 10 años de antigüedad.
Fuente: Día a Día
Comentar post