El hombre de máxima confianza de Carlos Zannini en la Secretaría Legal y Técnica, Carlos Emilio Liuzzi (54 años), multiplicó por 38 su patrimonio desde que llegó a la Rosada en 2003
En sus declaraciones de bienes, uno de los funcionarios más ricos del país incorporó millonarios terrenos de viñedos en Mendoza y pisos de lujo en Puerto Madero.
Esta semana, el abogado Ricardo Monner Sans presentó una denuncia por enriquecimiento ilícito contra el subsecretario Técnico de Zannini a la Procuradora General Alejandra Gils Carbó y esa demanda se sorteará estos días en los juzgados federales de Comodory Py, según confirmaron fuentes del Ministerio Público Fiscal.
Monner Sans, pidió que se investiguen los posibles «delitos de cuello blanco» de la mano derecha del Zannini en la secretaría Legal y Técnica, el área encargada de cumplir los designios legales -decretos, reglamentaciones, proyectos- de la presidenta Cristina Fernández
Enriquecimiento K. Carlos Liuzzi ingresó en 2003 la Secretaría Legal y Técnica y también fue nombrado ese año por Néstor Kirchner como presidente de la Comisión Fiscalizadora de la AFIP, cargos que mantiene hasta ahora, además de poseer un estudio jurídico -es abogado matriculado en la Capital Federal- y otra firma privada de la construcción de la que nunca precisa cuánto gana de las acciones que posee.
A finales de 2003, el principal asesor de Zannini declaró un patrimonio de $189.339, de acuerdo a la declaración jurada que presentó a la Oficina Anticorrupción. En 2011, Liuzzi declaró una fortuna 38 veces superior: $7.226.160. Su jefe Carlos Zannini, en cambio, declaró en 2011 un patrimonio de apenas $450.788.
Si se tiene en cuenta el valor real actual de las 174 hectáreas que Liuzzi declara en Gualtallary, Tupungato (Mendoza), su riqueza supera los 10 millones de dólares. En rigor, el funcionario declara comprar la hectárea entre $1.971 y $8.000 en 2008, y solo tres años después precisa que vendió un campo a $87.138 la hectárea.
Ahora la Justicia Federal deberá investigar si Liuzzi justifica las millonarias compras de terrenos vinitícolas en Mendoza y pisos en Puerto Madero en función de sus ingresos.
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