El Gobierno presiona para que Fayt renuncie a la Corte. La Presidenta también busca cubrir el puesto de Petracchi. Lorenzetti dice que puede funcionar incluso con tres miembros.
El Gobierno nacional salió al cruce del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, al sostener la necesidad de proponer al menos a un nuevo miembro cuando, en enero, se retire Raúl Zaffaroni y el tribunal se reduzca a cuatro miembros.
La estrategia oficial incluye además la posibilidad de que los propuestos sean dos, con la eventual salida de Carlos Fayt, sobre quien ayer el Gobierno redobló su presión para que renuncie. Hasta se habla de un eventual aumento de los magistrados a siete, pese a que la ley impulsada por el propio kirchnerismo los fija en cinco.
La polémica se abrió tras la muerte de Enrique Petracchi el domingo, que siguió a la de Carmen Argibay en mayo. Así, la Corte quedó reducida a cinco miembros. Pero en las últimas horas Zaffaroni, el juez más cercano al Gobierno, confirmó que se jubilará el 7 de enero, cuando cumpla 75 años.
Lorenzetti dijo anteayer que la Corte “seguirá en la misma línea y funcionando normalmente” aun con cuatro miembros si Zaffaroni renuncia, porque fallaría con un consenso que un miembro adicional no podría quebrar. De suceder así, debería decidir por unanimidad (tres a uno), con una composición en principio adversa al Gobierno. Generalmente votan en términos poco favorables al oficialismo Lorenzetti, Fayt y el cordobés Juan Carlos Maqueda, con Elena Highton de Nolasco más próxima al Ejecutivo. Si se dieran empates, debería convocar a presidentes de cámaras o a conjueces votados en mayo por el Senado a propuesta del Ejecutivo.
La cuestión es crucial porque define la composición de la Corte una vez que el kirchnerismo deje el Gobierno.
Una fuente cercana a Lorenzetti destacó que el tribunal funciona ahora con cinco jueces, de acuerdo con la ley 26.183 sancionada en noviembre de 2006 a propuesta de la entonces senadora Cristina Fernández. También sostuvo que “no hay mayores problemas” si tuviera que funcionar “transitoriamente” con tres miembros ante las renuncias de Zaffaroni y la eventual de Fayt.
La ratificación de la postura de Lorenzetti, acompañada de una desmentida rotunda sobre que pretenda postularse a la Presidencia en 2015, siguió a fuertes cruces que le hicieron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el viceministro de Justicia, Julián Álvarez.
“La ley (26.183) establece que la Corte debe funcionar con cinco jueces”, dijo Capitanich, por lo cual en caso de una vacante la designación se hará “con los mecanismos de audiencias públicas” previstos en un decreto de Néstor Kirchner de 2003, previas a su aprobación por dos tercios del Senado.
También lo refutó el camporista Álvarez: dijo que el debate “es prematuro y debe darse el año próximo (electoral)”, pero anticipó la posibilidad de ampliar el número de cinco miembros si se va Zaffaroni. “O se completa la vacante o se revisa cuál es el número que conforma toda la Corte”, dijo, antes de sostener que “la mayoría de las cortes del mundo” tienen “muchos más” miembros y que “muchos dicen que cuando tenía siete integrantes (hasta la muerte de Argibay en mayo) funcionaba muy bien”.
En línea con él, el diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel volvió a embestir sobre Fayt, quien con 96 años el lunes reconfirmó que seguirá en la Corte. “Es absurdo pensar que una persona con 96 años puede cumplir con sus funciones laborales como juez de la Corte”, dijo Kunkel sobre Fayt, al que vinculó con “los grupos de poder económico concentrado”.
Tanto la posibilidad de proponer a dos miembros (en lugar de Zaffaroni y eventualmente de Fayt) como de tres para volver a una Corte de siete, implicarían para el Gobierno ampliar su margen de negociación política en función de lo que a priori aparece como una misión imposible: lograr los dos tercios del Senado en un 2015 electoral.
Comentar post