Paritarias: Macri dio marcha atrás y convocó a las centrales sindicales. El presidente tomó la decisión luego de que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, desmintiera al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien había asegurado que habrá un techo a la paritaria.
Tras un contrapunto entre el gobierno nacional y los referentes sindicales, el presidente Mauricio Macri anunció ayer que «esta semana o la que viene» convocará a las centrales obreras para debatir sobre las negociaciones paritarias.
Para el presidente, el objetivo de la invitación es encontrar un equilibrio, según dijo, entre los reclamos de los sindicalistas y los planteos de las empresas, las que ayer salieron a defender la posición oficial de buscar acuerdos paritarios de entre el 20 y el 25% para este año.
Macri apuntó que con la convocatoria también buscará «bajar la inflación». En declaraciones formuladas en Casa de Gobierno, el jefe de Estado consideró «indispensable encontrar un equilibrio para bajar la inflación» en un rango de entre el 20 y el 25 por ciento.
La posición de Macri llegó al final de un día de cruces entre el gobierno y los sindicalistas y que incluyó una aparición del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, marcando un techo a la paritaria en el 25%, y una posterior corrección del jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien «aclaró» que esa cifra es para el gobierno un techo en la inflación esperada para este año y de ninguna manera un techo a las aspiraciones de mejora salarial de los trabajadores.
«El gobierno no le va a poner un techo a las paritarias», dijo Peña. Macri justificó su invitación a los sindicatos al decir que «nosotros aspiramos a una inflación en el año entre 20 y 25 por ciento, pero en las paritarias vamos a sentarnos a discutir para encontrar un equilibrio, teniendo en cuenta el esfuerzo que tenemos que ser todos parte para bajar la inflación.»
Consultado respecto de cómo serán las paritarias, Macri señaló que el objetivo es «cuidar el salario real» y agregó: «La mejor manera, si queremos cuidar el salario real, es bajar la inflación».
El presidente confirmó que «esta semana o la que viene» el gobierno convocará a las centrales sindicales para debatir los aumentos salariales.
Acerca del porcentaje de incremento que el gobierno consideraría acorde para ese «equilibrio», el jefe de Estado se limitó a decir: «Lo debatiremos», y agregó: «El compromiso que entre todos tenemos que asumir es lograr que la inflación baje entre el 20 y el 25 por ciento», recalcó.
Consideró, además, que las políticas implementadas en los casi dos meses de su gestión en la Casa Rosada hacen que el gobierno vaya «en el camino correcto». En ese sentido, agregó: «Estoy convencido de que estamos en el camino correcto».
La resolución del presidente Macri no está exenta de riesgos, se consideró en ámbitos políticos. En primer lugar, porque será el primer contacto formal del gobierno con los gremios. Hasta el momento, Macri no había prestado atención al reclamo de los sindicalistas, que pedían «un gesto» del presidente, un pedido que provino en particular de la central que conduce el camionero Hugo Moyano, líder de una fracción de la CGT.
El segundo aspecto es que la reunión aparece inmediatamente antes de la generalización de las negociaciones paritarias, las que parecen recalentarse cuando todavía están en la previa.
No está asegurado el éxito en la convocatoria, dijeron en fuentes gremiales, para las cuales ya «no hay margen» para dilaciones en la determinación «de una paritaria sin techo».
El hecho de que el ministro Triaca hubiese puesto como prenda de negociación un cambio en el impuesto a las Ganancias, que se discutiría desde marzo en el Congreso, no alcanzó a morigerar el mal humor entre los sindicalistas.
Hasta Elisa Carrió, una política que sabe caminar entre las polémicas, entrevió el entuerto y pidió que antes de cualquier techo paritario se solucione el problema de Ganancias.
Desde el lado empresario salieron ayer rápidamente a respaldar la propuesta del gobierno de una paritaria que no supere el 25% de incremento anual.
El vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, señaló que en la próxima paritaria «de ninguna manera se podrá a llegar al 30% de aumento» y planteó que cuando lleguen las negociaciones «se debe tener en cuenta que hay problemas de productividad y de ausentismo serios» que afectan la productividad.
Se trata de un argumento que ya elevó el mismo empresario en anteriores ediciones del debate paritario. Funes de Rioja dijo que si las subas de precios impactan en los salarios, «hay que recomponerlo, pero eso será en la medida de las posibilidades de cada sector», con lo cual relativizó esa misma recomposición.
Fuente: Tiempo Argentino
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