«Lazarolandia», el imperio que Báez construyó en Río Gallegos gracias a Néstor K, de empleado bancario pasó a manejar la constructora Gotti y no paró. En los últimos 5 años le facturó al Estado $5 mil millones
En 1991, Lázaro Antonio Baez ingresó como empleado en el Banco Santa Cruz, entonces estatal. El favor se lo hizo el entonces dirigente del gremio bancario local, Daniel Peralta. Lázaro era empleado del Banco Nación en Gallegos. Lo iban a trasladar y quería evitarlo. Un dirigente peronista le pidió a Peralta por él. “Es un compañero”. Peralta necesitaba ganar delegados en el Banco Santa Cruz. Lázaro ingresó con un cargo menor, jefe de sección, con la condición de responderle. En pocos años, manejaba el banco: llegó a gerente general.
Entre 1996 y 1997, el entonces gobernador Kirchner le encomienda su primera misión en el negocio de la construcción. Pero no como empresario, sino como representante de la banca provincial.
Lázaro no fundó su primera empresa. La tomó por orden de Néstor Kirchner. Así lo relató una fuente que conoció la operatoria con detalle.
Como representante del Banco Santa Cruz se convirtió en interventor de Gotti Hermanos, entonces la principal compañía de construcción de la provincia. Cuando Kirchner asumió como gobernador descubrió que la banca provincial había permitido giros en descubierto a Gotti, y que el banco terminaba financiando a la constructora y con altos pasivos. Decidió intervenir financieramente a Gotti, a través de Lázaro, y privatizar el banco, que entregó a los Eskenazi.
Gotti Hermanos fue la base para que Lázaro acceda a la obra pública y crear Austral Construcciones, la madre de su imperio. Hoy tiene empresas de construcción, agro, petróleo, inmobiliaria, financiera, hasta una casa de té y una gomería. Es un pulpo a la hora de los negocios. La operatoria consiste en “comprar empresas con los dueños adentro”, explican en Santa Cruz. Así Lázaro se hizo de una red de empresas que le sirven para “disimular” que todas las obras llegan a sus manos. Kant y Costilla, Loscalzo y Del Curto son algunas constructoras a través de las cuales subcontrata las licitaciones de obra pública. Pero las compró a todas.
Su refugio en Gallegos es su mega chacra en las afueras de la ciudad. Una fortaleza completamente cercada por paredones, pinos y sus hombres de seguridad. Tiene también una estancia y una casa en El Calafate.
La relación con Néstor era tan estrecha que Lázaro nunca necesitó intermediarios. Cuenta un allegado que “nunca lo necesitó a De Vido ni a José López”, otro pingüino clave en el manejo de la obra pública a nivel nacional.
El gran crecimiento de Báez es a partir de 2003. Si bien Kirchner desarrolló varias obras públicas como gobernador, el grueso de los ingresos llegaron con Néstor K en la Casa Rosada. De hecho, sólo en los últimos cinco años, habría facturado al Estado nacional unos 5 mil millones de pesos en obras para Santa Cruz. Muchas de ellas, comenzaron en 2003 y todavía no se finalizaron, o se reiniciaron.
Fuente: Perfil
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