El jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, publicó «Zonceras argentinas y otras yerbas», un «manual» con prólogo de la presidenta, Cristina Fernández, quien definió el texto como una «mezcla de la calle y la erudición no académica».
El primer libro de Aníbal Fernández está inspirado en el «Manual de zonceras (tonterías) argentinas», que en 1968 publicó el fallecido escritor Arturo Jauretche, a quien la peronista Cristina Fernández y los miembros de su Gabinete suelen elogiar.
«El producto es bueno, interesante… y algo zarpado (atrevido), como Aníbal. La mezcla de la calle y la erudición no académica. (…) no es una revelación, sino un recuerdo de nosotros mismos». resaltó la presidenta en el prólogo.
En la primera parte del texto, el jefe de Gabinete escribe una suerte de mensaje a Jauretche, un radical devenido posteriormente en peronista, al que le propone «contarle las nuevas zonceras y otras que no por viejas han perdido vigencia».
«Ha habido desde su muerte hasta esta parte tanta zoncera consentida, tanto absurdo de puño y letra, tanto boludo (tonto) autorizado y hasta sacralizado, pontificado a diestra y siniestra sin que nadie le pare el carro», describe el jefe de Gabinete.
Así, el manual incluye «afirmaciones, casi refranes que circulan de boca en boca y que, sin ningún rigor, sin ninguna fuente veraz, corren con el único objeto de hacer daño», describió Aníbal Fernández, quien calificó el texto como un «gesto» que invita al debate.
El texto cuestiona a los medios de comunicación, critica al campo, con el que el Gobierno está enfrentado, y define como «altamente dañina» a la soja, uno de los principales cultivos exportados por Argentina.
«(La soja) se ha convertido en el oro verde de la agricultura nacional, verdadero ‘boom’ económico que ha traído nuevas zonceras agropecuarias», define Aníbal Fernández, quien cree que ahora «la mayoría de las zonceras son audiovisuales».
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