Casanello criticó la falta de colaboración de otros países en información sobre lavado. “Si la situación no varía, el panorama no es esperanzador, porque por más que persigamos a los ejecutores de esos delitos precedentes, las organizaciones delictivas van a seguir operando reemplazando a esos ejecutores”, dijo el juez que investiga la ruta del dinero K.
El juez Sebastián Casanello criticó en el Vaticano la falta de colaboración de los países “centrales o paraísos fiscales” a la hora de proporcionar información bancaria y financiera en casos de lavado, trata y crimen organizado.
“En el plano formal estamos en los estándares más altos de colaboración. Sin embargo, nuestra experiencia en los hechos es muy distinta en la enorme mayoría de los casos. Y estoy hablando de los casos que al menos tuvimos y tenemos en el juzgado del que yo estoy a cargo”, aseguró este sábado Casanello al disertar en la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano.
“Incluso países que integran el Grupo de Acción Financiera (Gafi) no proporcionan la información requerida o bien porque exigen el requisito de la doble incriminación en casos de pedidos de información, o bien porque reclaman una cantidad de antecedentes que hacen imposible el auxilio”, se quejó el magistrado que en la noche del viernes fue recibido a solas por el papa Francisco.
“También nuestra experiencia indica que esto sucede especialmente cuando uno solicita información financiera o depósitos bancarios. Tengo acá una carpeta con un montón de rechazos de pedidos nuestros de información bancaria, de transferencias. Por lo general o se invoca la doble incriminación, que es un requisito que no debería estar, o si no se piden antecedentes de forma interminable”, consideró Casanello.
En esa línea, el juez consideró “preocupante entonces que si bien se ve un consenso generalizado a la hora de considerar al narcotráfico, la trata, la corrupción, como delitos sumamente graves que lesionan en lo más profundo la libertad de las personas, su dignidad y el desarrollo de los pueblos, cuando de lo que se trata es de perseguir el producido, depositado en otros países, tal compromisos en los hechos decaen”.
“Lo que en un comienzo entonces era violencia, ultraje, delito, tal como lo dijeron en innumerables oportunidades, una vez invertido en los bancos pareciera que deja de serlo y se transforma en una cifra virtuosa que aumenta el PBI de esos países”, atacó.
“También según nuestra experiencia esto no sucede solo en paraísos fiscales, sino incluso sucede en países centrales pertenecientes al Gafi”, explicó Casanello, que esta semana viajará justamente a Suiza para pedir información en el marco de la causa de Lázaro Báez.
“Si la situación no varía, el panorama no es esperanzador, porque por más que persigamos a los ejecutores de esos delitos precedentes, las organizaciones delictivas van a seguir operando reemplazando a esos ejecutores. Debemos llevar delante de una vez por todas a la práctica lo que pusimos en las palabras”, finalizó.
Fuente: La Voz
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