Kicillof y Zannini defendieron el proyecto para el cambio de jurisdicción de la deuda. El ministro había dicho que si el Congreso no hacía nada, se convertía “en una escribanía de Griesa” y acusó a los fondos buitre de “atacar a la Argentina y a su moneda”. La oposición se pronunció en contra.
Pese al rechazo de bloques opositores, el oficialismo firmó el dictamen del proyecto tras el debate en el plenario de las comisiones del que participaron el ministro de Economía, Axel Kicillof; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; y la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona.
«Vamos a pagar el próximo vencimiento del 30 de septiembre. Son 200 millones de dólares. Los tenemos. Queremos pagar y lo vamos a hacer, aunque no lo podamos hacer a través del Banco de Nueva York», aseguró Kicillof en su defensa del proyecto.
El ministro justificó el envío de esta iniciativa por parte del Ejecutivo, que reemplaza al BoNY por un nuevo agente fiduciario creado en el ámbito del Banco Central, que «se ocupe de cumplir un contrato».
Kicillof reclamó al Congreso la aprobación de la iniciativa al señalar que «si no hace nada, lo que está haciendo es ratificar la sentencia del juez Griesa y se convierte en un escribanía del juzgado de Griesa», a quien acusó de «extorsionar» a la Argentina.
«Con un solo dólar que no se avenga a las condiciones del canje, según la lógica de Griesa, el resto no puede cobrar. Eso no tiene razón de ser, no tiene sentido. Es una extorsión que no podemos aceptar», sostuvo el ministro.
El funcionario insistió en que los fondos buitre buscan «impedir que le paguemos al 92,4% de los acreedores por un solo título».
Por su parte, Zannini argumentó que el Gobierno está «tratando de evitar volver al 2001», y remarcó que «esta no es una ley para evadir obligaciones, sino cumplirlas» y agregó: «El proyecto busca crear un camino sin agredir el contrato que tenemos con los tenedores».
Además, ratificó que «el cumplimiento del fallo del juez Griesa es imposible» porque avala el reclamo de los fondos buitre de cobrar 13.000 millones de dólares en efectivo más intereses, lo que haría que el país entre en cesación de pagos, y subrayó que por eso «se busca evitar caer en default y renegociar la deuda con el 100 por ciento de los tenedores».
Durante el debate, el jefe del bloque de la UCR, Gerardo Morales, indicó que su bancada «no está de acuerdo» con el proyecto de Ley de Pago Soberano porque «el Poder Ejecutivo ya tiene las facultades» para reabrir el canje y cambiar la jurisdicción de los bonos pero quiere hacer al Congreso «copartícipe del fracaso de la negociación».
Sin embargo, Zannini le respondió que «la creación de la cuenta especial» en el Banco Central para pagarle a los bonistas del canje «no» está entre las facultades del Ejecutivo, mientras que Kicillof aseguró que «no se puede hacer el cambio de banco sin que lo convalide el Parlamento».
«Yo no tengo atribuciones para cambiar de fideicomiso», señaló el ministro de Economía, quien le reprochó a Morales que hablara de «fracaso» y le espetó: «Fracasó lo que usted leyó acá, porque yo no tengo facultades para eso».
Por su parte, el senador del Peronismo Federal Adolfo Rodríguez Saá cuestionó el pago de la deuda al asegurar que ésta es «el monumento más grande a la corrupción y la usura internacional».
“Este Gobierno prorrogó la jurisdicción en Griesa y ahora tenemos que pagar los platos rotos. ¿Por qué no nos devuelven la facultad? Formemos una comisión bicameral que se haga cargo de arreglar la deuda interior y exterior de la Argentina», señaló.
En tanto, Fernando «Pino» Solanas, del bloque FAP-UNEN, se pronunció en un sentido similar al de Rodríguez Saá y señaló que el país ya pagó «casi 400 mil millones de servicios de deuda desde la dictadura al presente».
«Qué es esto sino un fracaso», se quejó Solanas, quien defiende la postura de revisar la totalidad de la deuda externa porque la parte contraída por la última dictadura militar es «ilegal».
Comentar post