La Justicia presume que el vice falsificó papeles para quedarse con una exclusiva cupé. Del domicilio trucho a las firmas falsificadas.
Todo el capital político que alguna vez acumuló Amado Boudou, que llegó a la vicepresidencia con el mote de sucesor K, se derritió al calor de las investigaciones judiciales sobre presuntos delitos que cometió. En tres de ellos está procesado y hoy confirmaron que estará sentado en el banquillo de los acusados por falsificación de documentos para quedarse con un auto.
Se trata de un Honda CRX cupé Del Sol color rojo 1992, por el que fanáticos de la marca pagarían una fortuna, ya que muchos lo coleccionan. Según explicaron especialistas, el vehículo cuenta con una tecnología mecánica en el motor de avanzada llamado BTI, que le da más potencia y disminuye notoriamente los ruidos.
“Es un auto muy completo y pistero, que en su momento estaba apuntado aun segmento juvenil con alto poder adquisitivo, porque siempre fue muy caro su valor de venta y el mantenimiento”, contó a este portal un agente especializado.
El vehículo, que dejó de fabricarse hace una década, tiene un valor de mercado que hoy oscila entrelos 80 y los 120 mil pesos. Pero si está en condiciones óptimas, con todos los repuestos y mantenimientos oficiales, puede ser considerado de colección y se paga hasta el doble.
Sin ir más lejos, la Justicia acumuló una serie de inconsistencias en los papeles del auto, que prueban que el dirigente político hasta inventó un domicilio para que no sea incluído en la división de bienes con su exmujer. De esa forma, por este cupé, Boudou quedará en la historia como el primer vicepresiente que será enjuiciado en pleno ejercicio de sus funciones.
Todo trucho. El juez Claudio Bonadio, quien tuvo a cargo la investigación del caso, sostuvo en su fallo que la primera inconsistencia en el documento es la firma del propio vicepresidente en el 80 de transferencia. El apoderado que figura en el registro también es falso: el número de DNI que figura pertenece a otra persona.
La certificación de la escribanía también estaba falseada de una forma muy evidente: no se observaban las marcas de agua que los escribanos utilizan en este tipo de documentos. El vehículo, además, estaba subvaluado a un cuarto de su valor: la transferencia fue por 4 mil pesos cuando en verdad costaba 16 mil.
El dato más asombroso, sin embargo, fue que el exministro de Economía se inventó un domicilio para no poder ser notificado de ninguna manera: si le dejaban cartas, lo iban a hacer a un médano. Se lo colocó en una fotocopia de la tercera hoja del DNI, presente en la documentación sobre la que trabajó la Justicia.
Además, era falsa la firma del titular del Registro Automotor y el formulario 04 para cambiar la radicación del vehículo de Provincia de Buenos Aires. Se trató de un montaje de mala calidad. También estaba adulterada la firma del policía que supuestamente había realizado la verificación vehicular.
Por si faltaban cosas, el número del motor de la cédula verde no coincidía con el que tenía el auto. El vice fundió el corazón de la mecánica del cupé y lo cambió sin registrarlo. Según su declaración, fue en 1995, aunque la compra del nuevo motor se registró un año antes.
Por último, durante su juicio de divorcio, Boudou afirmó que compró el auto en 1992, antes de su boda. Pero en los registros públicos figura que el auto en ese año se importó y vendió a su primer dueño, ya fallecido.
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