El bloque del FPV se rompió y dejó al Gobierno más cerca del quórum. Un grupo de 12 diputados decidió formar una bancada separada por sus diferencias con el kirchnerismo duro; podrían sumar a otros legisladores para negociar leyes con el oficialismo, que no tiene mayoría
Menos de dos meses después del inicio del gobierno de Mauricio Macri y 26 días antes del comienzo de las sesiones ordinarias, el Frente para la Victoria (FPV) sufrió ayer su primera ruptura en el Congreso: 12 diputados confirmaron su alejamiento de la bancada que preside Héctor Recalde y armaron un bloque propio, ajeno a la conducción política de Cristina Kirchner.
Más acotado de lo que pretendían sus impulsores, el desprendimiento podría extenderse a 15 diputados, cuando se defina la situación de tres legisladores cuya posición está en duda. Al margen del número final, el portazo expone las diferencias en el espacio que fue oficialismo hasta el 10 de diciembre. Significa además un triunfo político del gobierno nacional, que verá facilitada la tarea en un Congreso al que el frente Cambiemos llegó en franca minoría.
Cuando se formalice la ruptura, el oficialismo pasará a tener más diputados que el FPV. El kirchnerismo seguirá siendo, de todos modos, el bloque más numeroso, dado que Cambiemos es un interbloque compuesto por tres bancadas. El FPV pasará a tener 83 diputados (91 sólo si se cuentan sus habituales aliados, buena parte hoy en duda), frente a 90 del oficialismo: 43 de la UCR, 42 de Pro y 5 de la Coalición Cívica.
El quiebre del FPV fue impulsado por el ex titular de la Anses Diego Bossio, por el gremialista de Smata Oscar Romero y por los tres diputados que responden al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, el más lejano a Cristina Kirchner. Ellos son Pablo Kosiner, Javier David y Evita Isa.
«Vamos a ser oposición. Pero una oposición responsable», dijo Kosiner a LA NACIÓN. «Consideramos que éste es el momento adecuado para formar el nuevo bloque porque ahora se define la identidad del PJ», agregó, para justificar la ruptura. Sin un conflicto puntual que haya operado como disparador, el grupo rebelde dejó trascender sus diferencias con La Cámpora y la necesidad de «tender puentes» con el gobierno nacional para atender las necesidades de los gobiernos provinciales en manos del peronismo.
En el bloque del FPV cuestionaron los alejamientos y acusaron a los disidentes de ser «funcionales» a Macri. «Es un grave error lo que han hecho estos compañeros. Ninguno vino a dar la cara y a plantear sus diferencias. El Gobierno está desesperado por el quórum y este grupo le va a dar lo que necesita», declaró, rodeado de micrófonos, el ex ministro Julio De Vido.
Desde temprano, el tercer piso de la Cámara de Diputados, sede de una reunión de bloque que juntó a 80 legisladores, se convirtió en un hervidero. Con la presencia de Máximo Kirchner y del vicepresidente primero de la Cámara baja, José Luis Gioja, la bancada del FPV se mostró satisfecha ante lo que temían que podría haber sido un desprendimiento mayor. Además de Gioja, para limitar la ruptura fue clave Daniel Scioli.
Palabra de Máximo
Minutos antes de las 15.30, después de casi cuatro horas de reunión, desde el pasillo se oyeron aplausos. Eran para el discurso que a puertas cerradas dio Máximo Kirchner. «Me gustan las discusiones internas. Pero que no nos confundan con boludeces. Esto no se trata de una pelea por comisiones. Los que se van son funcionales a Macri. Nuestro lugar es el de la defensa de las provincias y de la gente», dijo el jefe de La Cámpora, según el relato de diputados presentes.
La nueva bancada, a la que intentarán llamar Bloque Justicialista, estará integrada también por los jujeños Guillermo Snopek y Héctor Tentor, que responden al ex gobernador Eduardo Fellner, y por los diputados Pedro Miranda (Mendoza), Carlos Rubin (Corrientes), Néstor Tomassi (Catamarca), Gustavo Martínez Campos (Chaco) y Teresita Madera (La Rioja). Los tres cuya participación quedó en duda son el ex gobernador de La Rioja Luis Beder Herrera, Emilia Soria (Río Negro) y Oscar Macias (Corrientes).
«Nuestro objetivo fundamental será defender la vida en democracia, bregar por la paz social, arbitrar los medios para lograr acuerdos sociales, políticos e institucionales para la gobernabilidad de las provincias y el país», dice un párrafo del comunicado que difundió el grupo disidente, luego de la reunión que mantuvo en el sindicato de peones de taxi.
Sin un presidente de bloque definido, la nueva bancada va a sumar al ex massista Alberto Roberti y a los peronistas de La Pampa Gustavo Fernández Mendía y Sergio Ziliotto, por lo que tendría entre 15 y 18 integrantes. Con representantes de al menos ocho distritos , el grupo cuenta con el aval de un mínimo de dos gobernadores y un máximo de cuatro, según las lecturas que hace cada lado.
Fuente: La Nación
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