“Hay un creciente retroceso del nivel de empleo”. Tras el informe de Trabajo que negaba un aumento de la desocupación, el Observatorio del Derecho Social de la CTA advirtió que el ministerio omitió datos que demuestran “la existencia de serias complicaciones en el mercado de trabajo en los primeros meses del año”.
El Ministerio de Trabajo publicó la semana pasada un nuevo informe en el que insistió en que no hay aumento de la desocupación. En su Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), con datos actualizados al mes de abril, planteó que el empleo privado “se mantiene estable respecto de abril de 2015”, incluso con un incremento interanual del 0,4 por ciento.
Se trata de un enfoque que vienen sosteniendo el ministro Jorge Triaca y otros integrantes del Gabinete de Mauricio Macri para ocultar los efectos del plan económico. El Observatorio del Derecho Social de la CTA analizó el informe oficial y lo calificó de “ejercicio retórico”: advirtió que el Gobierno toma los números que le resultan favorables, mientras omite los que reflejan la destrucción de puestos de trabajo, las suspensiones y la caída del salario real.
La polémica tiene una serie de aspectos técnicos y un sentido político: el temor a perder el trabajo ha pasado a estar a tope de las preocupaciones de los argentinos y la Casa Rosada ha armado una estrategia para borrar o resignificar las protestas de los despedidos.
Desactivó la “unidad en la acción” de las centrales sindicales –que con el mutis por el foto de la CGT no lograron volver a hacer una manifestación masiva en defensa del trabajo–; sacó de la escena el debate por la ley antidespidos e intenta naturalizar los cortes y denuncias de los cesanteados, tratando de mostrarlos como la expresión de casos acotados: la situación está bajo control, no es grave y no va a extenderse, dice Cambiemos.
Los informes del Ministerio de Trabajo se enfocan para esto en los trabajadores privados registrados –en blanco–. De movida, este recorte deja afuera al grueso de los despedidos: los trabajadores precarizados mediante contratos temporales o que facturaban como monotributistas, y que, al tener menor protección legal, son el primer lugar por donde los empleadores achican costos.
En segundo término, vienen señalando tanto el Observatorio como el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la gestión macrista cambió el modo de medir el empleo: históricamente, la EIL contabilizó puestos de trabajo, pero desde la asunción de Cambiemos pasó a medir trabajadores. Para dar una idea, en mayo esto significó que apareciera en la estadística la pérdida de unos 40 mil empleos (siempre hablando del sector privado y registrado).
Finalmente, está la decisión de comparar exclusivamente el nivel de empleo un mes de este año contra el del mismo mes del año pasado. El Observatorio explicó que entre abril y noviembre del año pasado hubo un crecimiento del empleo, un “colchón” que los despidos vienen consumiendo a una velocidad dramática.
“Como sostiene el Ministerio de Trabajo, la comparación del nivel de empleo entre abril de 2016 y el mismo mes de un año atrás arroja un resultado positivo del 0,4 por ciento. Sin embargo, a este resultado se llega luego de un crecimiento del 0,94 por ciento entre abril y noviembre del 2015, y una caída posterior del 0,58 por ciento entre noviembre de 2015 y abril de 2016”, detalló el Observatorio del Derecho Social en su análisis del EIL.
“En otras palabras, el incremento positivo destacado por el Ministerio de Trabajo en su informe debe atribuirse exclusivamente al período previo a la asunción de la nueva gestión de gobierno” (ver gráfico basado en datos de 2001 como 100 por ciento).
Los investigadores señalaron que, por esto, lo que hay que enfocar es lo sucedido a partir de noviembre del año pasado, y en todo caso comparar el período noviembre 2015-abril 2016 con idénticos períodos de los años anteriores. Así se ve que “la caída registrada este año casi duplica la del año anterior, y sólo es superada por la destrucción de empleo ocurrida a fines de 2008 y 2009, en plena crisis internacional”.
Otro dato sobre el que el Observatorio del Derecho Social advierte es el impresionante aumento de las suspensiones, que fueron más del doble que las de abril del año pasado. De acuerdo con las propias estadísticas del ministerio, “en abril de 2016 alcanzaron a 12,4 por cada mil trabajadores, representando el mayor valor de toda la serie iniciada en octubre de 2006.
Más aún –remarcaron–, esta magnitud casi duplica los valores del mes de marzo, y es un 231 por ciento superior a las registradas en abril de 2015” (ver gráfico que muestra porcentaje de suspensiones cada mil trabajadores).
“Los datos publicados por el Ministerio de Trabajo permiten mostrar la existencia de serias complicaciones en el mercado de trabajo en los primeros meses del año, ya sea a partir de un creciente retroceso de los niveles de empleo o del impactante aumento de las suspensiones”, concluye el centro de estudios de la CTA Autónoma. “Muy lejos del escenario de ‘estabilidad’ con que el propio ministerio intentó presentar los datos oficiales.”
Fuente: Página 12
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