Analistas privados proyectan que octubre cerrará con una suba inferior al 1,5% en el costo de vida
La fuga de capitales y el cepo que le puso el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a la autorización de aumentos de precios provocaron una pequeña desaceleración de la inflación en octubre. La mayoría de las mediciones privadas dan cuenta de una suba en el costo de vida inferior al 1,5% en el mes que termina hoy frente al 1,8% de septiembre, y proyectan para lo que resta del año una tendencia similar.
Si bien los economistas siguen siendo reacios a hacer públicas sus mediciones de inflación por temor a recibir una nueva multa de parte del Gobierno, en off the record dan cuenta de una baja en el ritmo de los aumentos y cada vez son más las proyecciones que informan que el año cerrará con una inflación claramente por debajo del 25 por ciento.
Detrás de la desaceleración de la inflación se encuentran la política oficial y los controles de precios que impulsa la Secretaría de Comercio Interior, que lograron contener aunque sea por unas semanas los aumentos en el rubro alimentos y bebidas. A partir de la mitad del año, el ritmo de incrementos autorizados por el Gobierno se había ido acelerando a razón de un promedio de 40 subas por mes. En las primeras dos semanas de septiembre la tendencia se mantuvo con más de 20 aumentos aprobados. Sin embargo, la cercanía de las elecciones presidenciales se tradujo en un freno en las autorizaciones por parte de Moreno. De hecho, entre el 22 de septiembre y el 17 de octubre último ninguna empresa logró el visto bueno del secretario de Comercio Interior.
La veda finalmente se levantó unos días antes de los comicios, cuando las firmas Aerosoles y Servicios -que fabrica artículos de limpieza para el hogar para las principales cadenas de supermercados- y Energy Group obtuvieron el visto bueno para aplicar subas de entre 3 y 9%, y la semana pasada se autorizaron aumentos de precios similares para la bodega López, Clorox, Coca-Cola y Aguas Danone.
«En los últimos meses vemos una atenuación del ritmo de la inflación, y de los pronósticos de una tasa anual superior al 25% estamos pasando una proyección más cercana al 20 por ciento. Para 2012 creemos que la clave va a pasar por las señales que sepa dar el Gobierno, porque no hay que perder de vista que hoy la principal causa de la inflación son las expectativas», señaló Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica.
A la hora de explicar la menor inflación, tanto o aun más importante que el cepo de Moreno es el papel que está jugando la salida de capitales y la corrida contra el peso que se registró en las últimas semanas. «La fuga de capitales actúa como un alivio para la inflación y sirve en la medida en que le saca leña al fuego, porque se trata de millones de pesos que se destinan a la compra de dólares y no se vuelcan al consumo», señaló Mario Sotuyo, economista de la consultora Economía & Regiones.
SIN EFECTO
Los analistas privados también advierten que el anuncio del Gobierno que obliga a las empresas petroleras y a las mineras a liquidar todas sus divisas en el país, e incluso las nuevas restricciones que rigen para la compra de dólares, en principio no tendrán un impacto en la evolución de los precios minoristas. En este sentido, los economistas aseguran que la medida puede jugar un papel favorable para frenar la presión sobre el tipo de cambio, pero que no representa una solución de fondo para los problemas que enfrentan los productos argentinos a la hora de salir a conquistar nuevos mercados internacionales o de hacer frente en el mercado interno a la competencia importada.
«La obligación de liquidar las divisas puede servir para solucionar el problema de la estabilidad del tipo de cambio, pero no tiene un efecto en el problema de la pérdida de competitividad que enfrenta la economía argentina como producto de la suba de los costos y la inflación en dólares», señaló el economista Camilo Tiscornia..
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