Recorre el país dando testimonio de su pasado, porque en 1978 se fugó de un centro clandestino de detención. Pero en el año 1999, estando exiliado en Barcelona, fue a parar a la cárcel por violador.
Cumplida su condena, regresó a la Argentina, donde a pesar de ese terrible antecedente trabaja con el gobierno y es agasajado en actos oficiales por la propia Presidente de la Nación.
Carlos Alberto García Muñoz, actual funcionario de la Secretaría de Derechos Humanos y militante kirchnerista, purgó diez años en una prisión española por violación. Se trata de uno de los cuatro prisioneros fugados del centro clandestino de detención llamado Mansión Seré, suceso popularizado por la película «Crónica de una fuga», quien fue contratado por el Gobierno de inmediato tras su regreso al país y ha sido homenajeado por Cristina Kirchner y los medios oficiales en múltiples ocasiones.
La investigación tomó varios meses, pero finalmente llegó la confirmación desde la Justicia española que lo procesó y condenó en dos instancias y también de boca de la letrada que patrocinó a la mujer. A continuación, la historia tal como Infobae la pudo reconstruir.
La aberrante agresión que llevó a Carlos García a la cárcel tuvo lugar el 10 de julio de 1999 en Barcelona, ciudad en la cual se exilió tras su escape de Mansión Seré. La víctima fue su ex esposa, a la que ya había agredido con anterioridad. Aquel día, el hombre se presentó en la casa de María Jesús Anguren Sanjulian, de quien estaba separado desde hacía varios meses y quien lo había denunciado en reiteradas oportunidades por maltrato físico. Esa noche, García Muñoz le exigió que regresara con él y quiso intimar nuevamente con ella. María Jesús se negó. Entonces él sacó una navaja, la agredió, la ató y la violó.
La abogada catalana María José Varela, quien patrocinó a la víctima en la denuncia y en el juicio, brindó a Infobae detalles del brutal hecho: «Cuando él comenzó a hablarle de manera amenazante, ella se encerró en su habitación. Pero no le sirvió de nada, porque él rompió la puerta de una patada, la empujó y le dio un puñetazo. El hombre procedió a violarla hasta dejarla inconsciente y todo esto mientras los hijos pequeños de la pareja estaban en la casa gritando y pidiendo auxilio. La víctima, además, se estaba recuperando de una operación de útero, por lo que no podía defenderse».
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