La Afip oficializó esa medida que impacta en 330 mil contribuyentes que hasta ahora no pagaban el tributo… Los trabajadores y jubilados que estaban exentos de Ganancias y que ahora empezarán a tributar tendrán un leve consuelo.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) oficializó, a través la Resolución General 3831 que se publica hoy jueves en el Boletín Oficial, un esquema diferenciado para el descuento de las retenciones retroactivas.
La norma establece que, en virtud de los nuevos parámetros del tributo, los descuentos retroactivos correspondientes a los meses de enero y febrero «deberán efectuarse en cuotas mensuales e iguales hasta la finalización de dicho período, a partir de la primera liquidación posterior a la fecha de publicación de la presente».
En la práctica, eso significa que a los 110 mil pasivos y los 220 mil asalariados alcanzados ahora por Ganancias se les descontarán las retenciones retroactivas (enero y febrero) entre marzo y diciembre.
En ese universo ingresan quienes percibían menos de 15 mil pesos brutos en 2013 y, por lo tanto, gozaban de una exención extraordinaria, más allá de los aumentos posteriores.
Ahora, los nuevos pisos son de 18.880 pesos mensuales de bolsillo para los solteros o sin cargas de familia, y de 25 mil para los casados o con cargas de familias.
Devolución
Además, el organismo recaudador estableció que, a raíz de los nuevos valores de las deducciones, en el caso de los contribuyentes que tuvieron descuentos superiores a los vigentes entre enero y febrero, el agente de retención (el empleador) procederá a la «devolución de las retenciones practicadas en exceso» de una sola vez.
Con la reglamentación de las modificaciones en la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, Afip también publicó las tablas indicativas de las deducciones y la escala con importes mensualizados que deberán utilizarse para las retenciones.
Esas tablas, por cierto, mantienen el esquema de alícuotas que, según reconoció el propio Gobierno, recién se modificará en 2017.
Estimaciones privadas señalan que, antes de la reciente reforma, el 70 por ciento de los asalariados estaba pagando las dos tasas más altas contempladas en la escala, es decir, entre 31 y 35 por ciento.
Esos mismos tributaristas estiman que las modificaciones anunciadas no provocarán cambios sustanciales en esos contribuyentes y que, incluso, el impacto del impuesto podría ser mayor tras los acuerdos paritarios.
Fuente: La Voz
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