Los transportistas de carga rechazaron la excusa oficial y dijeron que la situación es «muy crítica»
El Gobierno, finalmente, parece haber encontrado la causa a la escasez de combustibles: no es la falta de inversión en refinación, la desaparición de estaciones de servicio, la caída en la producción petrolera (casi 20% en ocho años) ni el hecho de que este año, por primera vez desde los 80, la Argentina perderá el autoabastecimiento energético. La culpa la tienen los medios.
«Hay campañas mediáticas que llevan a que la gente concurra masivamente a cargar combustibles. Entonces, gran parte de la reserva de combustible de la Argentina está en los tanques de los autos y de los camiones», dijo ayer el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Se sumó así a su par de Economía, Amado Boudou , quien la semana pasada negó haber encontrado estaciones de servicio sin combustible y dijo que sólo vio «alguna cola adicional».
La postura oficial fue contradicha -además de por miles de automovilistas que en los últimos días debieron peregrinar por varias estaciones- por los transportistas de carga, que comenzaron a cancelar viajes por falta de combustible. «La realidad que vivimos todos los días en el transporte de cargas es totalmente otra. Acá combustibles no hay. Se echa con cuentagotas», dijo Ramón Jatip, secretario general de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac), en declaraciones a Radio Mitre.
En el caso de los camiones, el problema pasa por la menor disponibilidad de gasoil y por la dificultad que hay para conseguirlo durante las épocas de cosecha. Rodolfo Marcle, presidente de Fecotac, la federación que agrupa a los transportistas de Córdoba , indicó que en los últimos días se agravó la escasez y que «hoy la situación es muy crítica».
«Tenemos camiones para ir al Norte y no podemos ir porque no hay suficiente combustible». Los viajes, cuando salen, insumen más tiempo por las colas que deben hacer para cargar y, por lo tanto, encarecen los costos de los productos transportados.
Los dueños de estaciones de servicio afirman que si bien pasó el punto crítico que se vivió en las últimas semanas, continúan los problemas estructurales. «Cuando hay vacaciones o feriados, las petroleras tratan de abastecer al máximo las zonas turísticas, pero como no hay crudo suficiente, quedan otras partes sin abastecer», sostuvo Rosario Sica, presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles (Fecra).
Colas y cupos
En todo el país hay reportes de extensas colas, estaciones que venden con cupos máximos, surtidores con mangueras cruzadas e inconvenientes de todo tipo. Además de la costa atlántica, donde se incrementó el consumo por la llegada de turistas, hubo problemas en las provincias de Córdoba y Mendoza, que recibieron gran cantidad de visitantes por la Copa América.
En Mar del Plata, las advertencias de la Cámara de Expendedores de Combustibles local en vísperas del inicio de vacaciones de invierno comenzaron a reflejarse en hechos concretos. Ayer, algunas estaciones de servicio admitían escasez de naftas y gasoil, y en el mejor de los casos sólo tenían reservas de las variantes premium. En la estación de servicio del ACA, que expende YPF, sobre la línea de surtidores que da a la avenida Colón aseguraban que la situación era normal, pero sobre el sector opuesto que da a la calle Almirante Brown sólo tenían una mínima disponibilidad de Euro Diésel, por lo menos hasta que hoy lleguen los camiones para el reabastecimiento. Otros puntos de la misma petrolera presentaban algunas dificultades con las variantes más económicas de ambos combustibles, en tanto transcurría con mayor normalidad el expendio en las restantes marcas.
Voceros de YPF, que concentra el 60% del mercado, indicaron que «la compañía viene haciendo un esfuerzo importante en materia de distribución de combustible, que se ve reflejado en los números de ventas, que son los que más han crecido». Sostienen que mientras el mercado de combustibles -en los primeros cinco meses- creció 6,2%, la petrolera de Repsol y el Grupo Petersen volcaron un 10,1% más. Faltan, no obstante, aún los números de junio, cuando se sintieron con más fuerza los efectos del conflicto petrolero en Santa Cruz.
Al intentar justificar la situación, De Vido reconoció que los problemas de escasez ya se han tornado crónicos: «Es el mismo faltante que hubo en las vacaciones de invierno del año pasado o en las vacaciones de verano de este año». Y agregó: «Puede haber un problema momentáneo, que fue absolutamente incentivado por este grupo macro-multimediático [sic]», en referencia al grupo Clarín. Como suele ser su costumbre, las declaraciones las hizo en un medio del grupo Hadad.
Según el ministro, «el sábado al mediodía, cuando todo el mundo pudo salir finalmente de vacaciones, las colas decrecieron porque decreció la campaña». Como si no hubiera problemas en el sector, desde hace tres años De Vido tiene vacante en su ministerio el puesto de subsecretario de Combustibles.
Comentar post