Moreno sube el techo de la devaluación y lo fija en 22% para el año dijo que “no sería descabellado” que el dólar cotice a 6 pesos en diciembre. Admitió así que la depreciación del peso se aceleraría: fue del 14% en 2012
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien actúa en la práctica como ministro de Economía, dijo que “pensar” en un dólar a fin de año “en torno de los 6 pesos, equivalente a una devaluación de entre el 18 y 20%, no sería descabellado”.
También sostuvo que en la medida en que los precios internacionales se estabilicen, el Gobierno podrá relajar sus políticas de control de las importaciones. Y que esa estabilidad en los precios internacionales sería como consecuencia de que la crisis internacional ya comenzará “a ver la luz al final del túnel” en marzo.
Estos semi-anuncios y vaticinios fueron dichos en Hanoi en una reunión de prensa, previa a iniciar el regreso hacia la Argentina, junto con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
De esta manera, Moreno anticipó que el Gobierno piensa devaluar en forma más intensa el peso. Y que en caso que ingresaran más divisas por exportaciones, se podrían ampliar los cupos de importación, pero nada dijo de eliminar el “cepo cambiario” que así seguiría plenamente vigente para el resto de las operaciones, como el giro de utilidades, la compra de divisas para turismo o atesoramiento.
Ya en los últimos años, el dólar fue subiendo a un ritmo mayor. En 2010 aumentó un 4,7%, en 2011 un 8% y el año pasado el 14,4%. Ahora se piensa en un alza del 22%.
Esto no es más que un reconocimiento de que la continúa depreciación nominal del peso fue insuficiente o inferior a la inflación real y que la economía argentina fue perdiendo competitividad, en especial en el sector industrial, por el encarecimiento de los costos internos en dólares.
Sin embargo, Argentina tuvo durante estos años subas de precios de más del 20% anual, con el dólar retrasado y tarifas subsidiadas. Así el tipo de cambio y las tarifas eran, en la imaginación oficial, un “ancla” antiinflacionaria, corroborada por las manipuladas estadísticas del INDEC.
Por eso ahora se descuenta que al acelerar la suba nominal del dólar y aumentar las tarifas que pagan los usuarios, la inflación, que en 2012 fue del 25%, volverá a pegar un salto.
Ya los proyecciones para este año son de una suba de precios del 30% o más que se realimenta de los desequilibrios monetarios (fuerte emisión), fiscales (déficit de más de $ 60.000 millones), de deuda (sostenido por el BCRA y ANSeS) y cambiario (cepo y mercado paralelo).
Así las cosas, la depreciación en la que piensa Moreno no corrige estas distorsiones. Más bien las acelera porque agrega más condimento a la inflación interna y genera mayores expectativas de devaluación del peso. Además, le da mayores argumentos a los gremios en sus reclamos salariales frente a la pretensión oficial de fijar un techo del 20%.
También asegura que se mantendrá sin mayores variantes el mercado paralelo de cambios, con el agravante de que ahora el dólar oficial acelerará su carrera, empujando también hacia arriba al dólar paralelo.
Moreno también dijo que algunos empresarios –que no identificó– “piden una devaluación mayor”.
En ese elenco de empresarios devaluacionistas están anotados varios que comulgan con la política oficial y que en los últimos días agitaron la devaluación al marcar similitudes entre la situación actual y el “rodrigazo” de 1975.
Moreno lanzó también un pronóstico más que controvertido: vaticinó que hacia marzo la crisis internacional “comenzará a ver la luz al final del túnel” y que esa mejora podría llevar a mediados de año a relajar las medidas de control de las importaciones.
Fuente: Clarin
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