El prelado: «Es el positivismo jurídico llevado hasta el extremo», cuestionó la sanción reciente de la ley de género al señalar que «el sexo desaparece» en la definición de la norma
«¿Basta que el legislador quiera que las cosas sean de un modo para que sean así? No, aunque a él se le ocurra, las cosas no son así», señaló el prelado.
Además, indicó que en la definición inicial la norma señala que se «entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo».
«En realidad el sexo desaparece en esta definición, queda absorbido por lo que se llama género y no sólo por el género como algo objetivo, cultural, sino por el género entendido como aquello que la persona siente, la vivencia íntima, el deseo», advirtió el prelado.
Al reseñar las reacciones a favor de la norma, como las de personas que apoyaron «el cambio de sexo por género» y remarcó que «desde el punto de vista filosófico se puede observar que en realidad aquí lo que se transforma es la idea del hombre, del ser humano, sin más».
«Esto implica que según la ideología de género no existe más una naturaleza humana», añadió. Aguer también indicó que «la naturaleza ha sido culturizada, se ha convertido en cultura, y las adquisiciones culturales son ahora lo natural».
«Ya no tenemos parámetros razonables, objetivos, para referirnos a la verdadera identidad de la persona humana. Como si no hubiera ya una naturaleza de la persona y de sus actos. Todo puede inventarse», acotó en su programa televisivo.
FUENTE: DyN
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