Se trata de Pablo Grippo. Hizo la casa y uno de sus hoteles en la villa turística. Les vendió una empresa y es clave en los negocios hoteleros
El “lugar en el mundo” de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es, por sobre todo, un buen lugar para los negocios del entorno presidencial. En El Calafate, provincia de Santa Cruz, el arquitecto de confianza y socio político y comercial de los Kirchner suma un nuevo y lujoso emprendimiento turístico: un hotel flotante para navegar el Lago Argentino, que lleva a los glaciares, un paseo pensado sólo para bien llegados, según demuestran las altas tarifas, que garantizan una recaudación bruta máxima de casi 280 mil dólares por mes.
Se trata del flamante catamarán Santa Cruz y la empresa que lo adquirió es MarPatag, integrada por Pablo Miguel Grippo, de 39 años, su esposa, María Alejandra Ruani, y Héctor Alberto Resnik, que ya pertenecía al directorio de la compañía desde 2000.
Dueño. MarPatag se dedica desde 2005 al transporte marítimo de pasajeros en el paraíso presidencial, pero este año dio un salto. El catamarán Santa Cruz tiene 40,5 metros de eslora, 10 de largo y dos niveles. Es considerado “de lujo”: 22 camarotes con vista exterior y baño privado, un salón restaurante con capacidad para 44 personas, biblioteca, livings, un bar, cuatro salas de estar y una cubierta en popa.
Grippo es un hombre clave en el entramado del negocio de los Kirchner en El Calafate. Es quien vendió a Néstor la empresa COMA SA, que el matrimonio K declara como propia desde 2008. La compañía sigue funcionando en Padre Agostini 351, El Calafate, y en Almirante Brown 1381, dirección ésta que comparte con otra empresa de Grippo, GRIP SA, y con la familia Grippo.
El arquitecto favorito de los K construyó la casa de la pareja en El Calafate, fue funcionario del intendente ultra K de esa villa turística, Héctor Méndez, y construyó uno de los hoteles de los Kirchner: Los Sauces, también en El Calafate.
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