Horacio Alfonso ya es juez del fuero y se suma al Juzgado que tiene el caso Clarín. El Gobierno celebró su elección
El gobierno de Cristina Kirchner recibió con disgusto el discurso del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, que advirtió que el máximo tribunal no aceptará presiones. Pero por lo bajo muchos funcionarios dejaban trascender que Lorenzetti influyó en lo que consideraban la mejor noticia de la jornada: el nombramiento del juez Horacio Alfonso al frente del Juzgado Civil y Comercial N° 1, que tramita la causa en la que el Grupo Clarín impugnó la ley de medios.
En la denuncia penal contra cinco consejeros que impidieron la maniobra del Gobierno para poner en ese juzgado a una funcionara de su agrado, el Gobierno ya había sugerido que Alfonso debía asumir en el juzgado 1 . “La ley 26.376 sencillamente establece que la Cámara cubrirá la vacancia de que se trate con un juez de la misma jurisdicción y de igual competencia, priorizando al de la nominación inmediatamente siguiente.
Esto es, dado que la vacancia en este caso se suscita en el Juzgado nacional en lo Civil y Comercial federal Nº1, la Cámara debió haber escogido desde un inicio al magistrado a cargo del Juzgado Nº2 del fuero, doctor Horacio Alfonso”, dice la denuncia que quedó a cargo de juez Luis Rodríguez. Anoche, el ministro de Justicia, Julio Alak, celebró la designación de Alfonso: “La Cámara le acaba de dar la razón al Poder Ejecutivo”.
Se abrirían así dos escenarios temidos por el Gobierno. Según el kirchnerismo, Torti podría declarar la inconstitucionalidad de los artículos 45 y 161, tal como pide Clarín. Además, la Cámara Civil y Comercial, en la que no confían por considerarla conservadora ideológicamente, podría dictar, llegado el caso, la ampliación de la medida cautelar que vencerá el 7 de diciembre.
Alfonso asumirá mañana a cargo del juzgado 1, cuando termine con la subrogancia Raúl Torti (que era temporario), quien rechazó la recusación del gobierno para apartarse del expediente.
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