UN LLAMADO DE ATENCIÓN A LOS DIRIGENTES POLÍTICOS, EN LA NECESIDAD DE UNA DIGNIDAD HUMANA
BUENOS AIRES (DyN) La Iglesia criticó en forma elíptica la política social al advertir que los hechos derivados de la toma de tierras son «la evidencia de serios problemas que manifiestan signos de fragmentación social: la persistencia de la pobreza e inequidad, la dificultad para el diálogo, la violencia y la agresión, el desprecio a los migrantes».
«Esta situación se presta a diversas manipulaciones que hieren en lo profundo la dignidad humana y acrecientan aún más la injusticia», alertaron los obispos que participan de la reunión de la comisión permanente del Episcopado que preside el cardenal Jorge Bergoglio.
Asimismo, aseguraron que «los acontecimientos de estos últimos días» subrayan que «se hace patente el drama de la falta de una vivienda digna, como también de gente que vive y duerme en las calles».
«A esto se suma la preocupante situación en varias regiones del país, de comunidades aborígenes y campesinas que son desplazadas de sus lugares de trabajo y subsistencia, y terminan engrosando los cordones de pobreza de varias ciudades», puntualizaron.
En un comunicado titulado «La Navidad nos invita a vivir como hermanos», la Iglesia exhortó a «trabajar por la dignidad humana, para erradicar la pobreza y promover el desarrollo integral», e insistió en señalar que «sólo el diálogo sincero es el camino que nos aleja del enfrentamiento y la violencia».
La veintena de obispos reunidos en Buenos Aires instó, además, a «renovar el compromiso por el bien común y el fortalecimiento del Estado y las Instituciones de la República».
Asimismo, llamó a «recuperar la vigencia y el sentido de los valores morales como fundamento de la convivencia social».
Esta mañana, el vocero episcopal, Jorge Oesterheld, transmitió la «preocupación» de la Iglesia por las muertes y la tensión social derivada por la toma del Parque Indoamericano y otros predios porteños y del conurbano bonaerense.
El sacerdote aseguró que en el intercambio que abrió dos días de deliberaciones los obispos expresaron «inquietud» por la falta de diálogo entre los gobierno nacional y porteño.
«Hace tiempo que la Iglesia viene diciendo que el diálogo es el camino para la solucionar conflictos, prevenirlos y evitar mayor derramamiento de sangre», aseveró.
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