La consultora Equis denunció que los medios opositores «desplegaron una campaña para dar crédito como valor de referencia del nivel de aumentos de precios existente al denominado IPC Congreso».
Lo que supone una inflación para el 2014 del 40% y cuya medición carece de rigor técnico, cuando la suba de precios se acercó al 30%, según lo datos que maneja la entidad que conduce Artemio López.
Para la consultora Equis, el IPC Congreso es en realidad «una modalidad de ejercicio de oposición política sin ningún rigor metodológico en su construcción», y no obstante lo cual los medios opositores le otorgan amplio despliegue noticioso.
Al mismo tiempo, expresó que si bien «el IPC Congreso, las consultoras privadas y los medios de la oposición quieren dar la sensación de que la inflación se encuentra descontrolada, ninguna medición puede disimular que la inflación bajó y que se encuentra estable».
Asimismo, subrayó que el IPC Congreso releva sólo en Capital y el área metropolitana, por lo que no es representativa de lo que ocurre a nivel nacional.
«Nadie sabe cómo se construye el IPC Congreso; su procedimiento se desconoce y jamás fue publicado ni avalado seriamente por ningún método estadístico», remarcó López.
Denotó que, «aún siendo absolutamente discrecional» el IPC Congreso, «la propalación de este índice falso por lo medios opositores causa grave daño».
En este sentido, «cuotas de escuelas, alquileres, medicina prepaga y servicios en general coordinan sus precios presentes y sus expectativas futuras considerando como cierto el dato del 40%, con lo que, a nuestro juicio, intencionadamente, el índice opositor contribuye a erosionar el poder adquisitivo de las familias buscando minar la popularidad del gobierno nacional como intento desesperado de obtener por medios impropios aquello que no consiguen a través de la práctica política partidaria genuina».
El consultor acusó a la oposición de que querer fijar «ese nivel inflacionario del 40%, parece un objetivo central en la estrategia opositora para garantizar un ciclo inflacionario ascendente modelando expectativas con ese horizonte como referencia».
Asimismo, López encontró inconsistencias, aún considerando los datos que toma en cuenta el IPC Congreso. «Se supone que el IPC Congreso hace un promedio de los resultados de las principales consultoras y, sin embargo, los números de las consultoras son diferentes entre sí y muestran una gran dispersión».
En el caso de agosto, las mediciones de las consultoras -unas seis- oscilaron entre un 2% y 3% mensual. Por lo tanto, «el IPC Congreso utiliza datos incorrectos por lo que el promedio obtenido será inexacto».
Equis tomó como referencia los datos aportados por las consultoras: Bein (2%), Elypsis (2%); de la ex Indec Graciela Bevaqua (2,4%); Ferreres y Asociados (2,8%); Melconian (2,9%); y Economía y Regiones (3%).
El promedio de estas consultoras dio 2,5%, cuando el IPC Congreso marcó un número inexplicablemente mayor, de 2,7%, siempre según los datos de agosto último.
Sin embargo, «los relevamientos de precios realizados por nuestra consultora confirman que el número ronda el 30% lejos del 40% que informan los opositores», añadió.
López efectuó además una comparación de cuántos changuitos se pueden llenar con el salario mínimo, teniendo en cuenta una inflación de 29,5%, el número que resultó de los relevamientos mensuales que realiza la consultora.
Y dio que, en el 2013, se podían llenar unos 4,99 changuitos, y hoy el número es de 5,14 changuitos, lo que implica que prácticamente se mantuvo, y hasta mejoró el poder adquisitivo de los que menos ganan, en términos de compra de alimentos.
Una relación similar se dio con los changuitos y la jubilación mínima: mientras que en el 2013 los jubilados podían comprar 3,74 changuitos, hoy se pueden comprar 3,77.
Aún si se tomaran el salario privado registrado o el salario medio de la economía, se mantiene esta relación. En el último caso, se observa que el año pasado se podían comprar 7,96 changuitos, cuando en el corriente se pueden comprar 8,19.
Para López, «la principal causa de la inflación hoy en día en la Argentina es la puja distributiva, la carrera entre precios y salarios», y no tanto la emisión monetaria y el déficit fiscal, que «son vistos como causas por los economistas ortodoxos».
Fuente: Telam
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