El gobierno nos informó durante los primeros meses del año que habíamos vivido una fantasía. Los argentinos vivían bien, por encima de sus posibilidades según todos, pero vivían bien. Sin embargo, con la novedad de los nuevos índices de pobreza aparentemente uno de cada tres argentinos es pobre.
El kirchnerismo no puede haber sido una fábrica de pobres y al mismo tiempo una fábrica de personas que vivían bien. Nada puede ser y no ser al mismo tiempo. Paradoja del discurso macrista.
Antes de arrancar definamos un concepto, Paradoja: Dicho o hecho que parece contrario a la lógica o Parajoda: Dicho o hecho del PRO que contraría la lógica pero busca engrupirte.
El gobierno de Cambiemos nos informó con profusión y alarde durante los primeros meses del año que habíamos vivido una fantasía. Según las palabras de Gabriela Michetti “Lo más difícil para nosotros es atravesar el momento en el cual salís del populismo y salís de la fantasía de una mentira importante y muy grande, de haberle dicho a la gente que podía vivir de esta forma eternamente porque tenemos recursos para eso”.
González Fraga había dicho lo mismo unos días antes: “Venimos de 12 años en donde las cosas se hicieron mal. Se alentó el sobreconsumo, se atrasaron las tarifas y el tipo de cambio… Donde le hiciste creer a un empleado medio que su sueldo servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior”.
María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires declaró: “Era mentira que podían tener calefacción y electricidad sin tarifas reales”.
Más allá de las consideraciones que nos merezcan semejantes opiniones, rescatemos lo que grafican: los argentinos vivían bien, por encima de sus posibilidades según todos. Pero vivían bien.
Hace algunos días Mauricio Macri informó los nuevos números del INDEC acerca de la pobreza, estimándola en 32 % (“por encima del promedio latinoamericano (28,2, según la Cepal), casi igual a la pobreza de Bolivia (32,7) y sólo por debajo de la de México (41,2) y Paraguay (42,3”) según Alfredo Zaiat.
En la conferencia de prensa en donde lanzó ese porcentaje dijo: “El Indec puso la verdad sobre la mesa y dijo qué es lo que pasa en la Argentina. No tenemos que sufrir más la falta de respeto de que nos digan que en la Argentina hay menos pobres que en Alemania.
¡No más mentiras!” y añadió “saber que uno de cada tres argentinos se encuentra debajo de la línea de pobreza es algo que nos tiene que dar bronca y comprometer a trabajar juntos para que cada día podamos reparar más y más situaciones”.
De nuevo, más allá de las críticas que podamos hacer, las palabras de Macri nos dicen que el kirchnerismo dejó el 32 % de pobreza. Por eso lo critica una y otra vez (una forma bastante elemental para desviar la atención del que escucha).
Ahora bien, si el kirchnerismo dejó el 32 % de pobreza ¿cómo es posible que a la misma vez que le haya dicho a la gente que podía vivir de esta forma eternamente porque tenemos recursos para eso, o sea vivir bien y seguir viviendo bien?
Es necesario recordar el Principio de no contradicción: el kirchnerismo no puede haber sido una fábrica de pobres y al mismo tiempo una fábrica de personas que vivían bien y querían seguir viviendo bien. Nada puede ser y no ser al mismo tiempo. Si sos una fábrica de pobres no podés ser al mismo tiempo una fábrica de bienestar.
Uno puede o no estar de acuerdo con el kirchnerismo, pero no puede violentar la lógica: nadie puede creer al mismo tiempo y en el mismo sentido una proposición y su negación. Porque una de las dos veces la estaban vendiendo cambiada y la estabas creyendo cambiada.
Lo dicho: Parajoda
Fuente: Ag. Noticias (N.V.)
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