Cristina Fernández de Kirchner afirmó que es necesario «convertir la jungla de la economía en algo más civilizado» para poder «alcanzar acuerdos básicos que permitan seguir sosteniendo este crecimiento con inclusión social».
En esa dirección, apuntó Cristina que los «grandes desafíos por delante están en el sector tripartido de la economía: Estado, los trabajadores y el sector privado, para debatir cómo dar un salto cualitativo a este proceso de reindustrialización».
«Una de las claves -resaltó la jefa de Estado- es insistir por un lado en la decision de tener metas de crecimiento sobre todo en recesión global y sin practicar políticas de ajuste, porque significaría el colapso social».
A la vez, Cristina bregó por «llegar a acuerdos sustentables para llegar a la meta que significa que este proceso de reindustrialización se profundice y fundamentalmente se prepare para obtener una mejor producción con mejor innovación e inversión».
En ese sentido, reafirmó que «la reindustrialización de la Argentina a partir de 2003 fue una decisión para sustituir importaciones, generar millones de puestos de trabajo, valor agregado y lograr las cosas que hemos logrado», que «es como se ha dado este proceso virtuoso de industrialización en el país».
Recordó la Presidenta que durante el gobierno del presidente Néstor Kirchner el país «estaba en el infierno y estábamos tratando de salir».
Cristina Fernández de Kirchner en la celebración del Día de la Industria en Tecnópolis
Recordó que «decían que su gestión había sido exitosa porque había habido viento de cola» y precisó que durante 2007, cuando Cristina llegó al gobierno, «se inicia la crisis global que aún persiste y que tiene ciclos de distintas intensidad».
«Esta segunda parte de la década no fue con viento de cola, fue casi a contramano, y quiero decir que el modelo elegido para crecer fue el modelo de crecimiento frente a lo que propio el FMI sostenía».
También remarcó que se apostó «a la redindustrialización del país con políticas públicas a partir de subsidios, el sostenimiento de la economía, y se amplió el poder adquisitivo de los trabajadores generarando millones de puestos de trabajo».
«La verdad es que no nos ha ido mal a los trabajadores y tampoco les ha ido mal a los empresasios», destacó la jefa de Estado.
En otro tramo de su discurso, Cristina sostuvo que «la base del crecimiento es lograr armonía en la participación de los beneficios por parte de los distintos sectores».
Mencionó que «de aquella Argentina con un 25 por ciento de desocupación a esta donde a los trabajadores les faltan dos puntos para lograr el fifty-fifty, hemos dado un salto cualitativo».
Asimismo, analizó que los países desarrollados «pretenden que los emergentes tengamos las puertas abiertas cuando ellos las cierran cada vez más», y cuestionó que «hablan (en contra) del proteccionismo y luego llegan a sus países y toman medidas para proteger su economía».
Cristina agregó que «dos más dos es cuatro para el Gobierno, la UIA o la CGT», y por esa razón «vamos a seguir manteniendo el diálogo político con los distintos sectores» para abordar la economía.
La Presidenta estuvo acompañada por el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el candidato a diputado nacional por el FpV e intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; el gobernador Daniel Scioli; el titular de Fiat, Cristiano Ratazzi y la ministra de Industria, Débora Giorgi, entre otros.
Del encuentro tomaron parte más de 6.000 invitados, quienes también compartieron la tradicional cena organizada anualmente por la Unión Industrial Argentina (UIA).
La Presidenta, dirigiéndose a los empresarios, les preguntó si durante esta década habían obtenido o no ganancias, y se respondió: «podrán haber ganado más o a veces un poco menos, pero seguramente ganaron» en estos diez años.
Por eso, Cristina señaló que «todos podemos hacer un gran sacrificio, pero si el país en el cual vivimos no acompaña con un modelo macroeconómico, la verdad que se hace prácticamente imposible».
Remarcó por último que «muchas cosas que se generan de afuera o de adentro tienen que ver con escarmentar a un país que se atrevió a aplicar recetas distintas», al hacer referencia al reclamo de los fondos buitre.
Fuente: Telam
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