Son documentos de 2009 y 2010 que demuestran los pagos del empresario K, a través de una de sus empresas del Grupo Indalo, a la ex familia presidencial.
Finalmente se conocieron las primeras facturas que comprueba la relación comercial entre las empresas de Cristina Fernández de Kirchner y su difunto marido Néstor, y el empresario patagónico Cristóbal López. Se trata de recibos, que publicó el diario La Nación, por U$S 54.000 y U$S 108.000 que López le pagó a los Kirchner por el alquiler de un departamento en el Madero Center de Buenos Aires.
En el entorno de los Kirchner siempre salieron a negar la existencia de un vínculo comercial entre ellos cuando se los catalogaba de socios. Está revelación suma un nuevo episodio en la causa judicial conocida como «Los Sauces», que instruyó el juez federal Claudio Bonadio. Frente al magistrado, Kirchner defendió el vínculo con López y siempre sostuvo que se trató de una operatoria inmobiliaria legal. Sin embargo, Bonadio, según se desprende de la causa, nunca encontró los contratos entre ambas partes.
Al igual que los Kirchner, López y su socio Fabián De Sousa tampoco aparecieron en la factura con sus nombres. Recurrieron a Inversora M&S. Es decir, la empresa que recibió más de $ 3300 millones de los impuestos que durante años no pagó la petrolera del Grupo Indalo, Oil Combustibles.
Fijado en dólares, el primer alquiler se fechó el 18 de mayo de 2009, se convirtió a pesos al tipo de cambio entonces vigente, y López y De Sousa pagaron por adelantado los siguientes 12 meses. Y como intermediario actuó un hombre de confianza extrema de los Kirchner: Osvaldo Sanfelice.
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