La presidenta Cristina Fernández lanzó ayer el llamado a licitación para la construcción del Gasoducto Juana Azurduy, también llamado Del Noreste, y destacó que es «una obra estratégica porque llevará gas a provincias que nunca tuvieron» el abastecimiento de este fluido por tendido de red. La jefa de Estado subrayó que esta iniciativa «es la respuesta a una demanda que lleva 200 años por parte de las provincias, de ser tratadas con igualdad de oportunidades y servicios». «Algo que todavía no logramos. Es una deuda pendiente que hoy empezamos a saldar», sostuvo.
El gasoducto estará integrado por un tendido de 15 kilómetros del lado boliviano, con un costo de 43 millones de dólares, y de 32 kilómetros en territorio argentino con una inversión de 55 millones.
Atenderá la demanda de 163 localidades de Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y Santa Fe. Cristina Fernández sostuvo que «la planificación energética que lanzara el presidente (Néstor) Kirchner y que continuó el gobierno de esta Presidenta ha sido la más importante de las últimas décadas».
En un acto desarrollado en el Salón de las Mujeres de Casa de Gobierno, puntualizó: «cuando Kirchner llegó al gobierno, había reservas de gas para nueve años y ahora se extendieron a 20». «Uno escucha decir que antes de que viniéramos, exportábamos gas y estábamos integrados. Pero hay cinco provincias a las que nunca les había llegado el gas», subrayó la mandataria, quien consideró que «es esta concepción centralista del país de los que miran desde aquí y para adentro y no hacia todos lados». También remarcó que «parte de la Mesopotamia no tenía gas porque estaba la hipótesis de conflicto con Brasil». «Una Argentina que fue gobernada recurrentemente por gobiernos no democráticos planteaba una visión militarista y pensaba que esa hipótesis debía dejar sin gas y sin rutas a numerosas provincias, como el norte de Santa Fe, Chaco, Misiones, Formosa, Corrientes y parte de Salta», dijo.
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