En lo que va de gestión, Macri firmó 18 decretos de necesidad y urgencia. A menos de un mes de asumir la presidencia, a fines de diciembre de 2015, Mauricio Macri ya contaba con cinco decretos de necesidad y urgencia (DNU) en su haber.
Sumados a los trece que firmó este año, el primer mandatario contabiliza un total de 18, lo que lo ubica en la mitad de la tabla estadística si se tienen en cuenta a todos los representantes del Ejecutivo desde el advenimiento de la democracia.
Si bien la mayoría de los DNU que pasaron por su pluma se tratan de modificaciones presupuestarias que amplían el gasto público (5), el recurso fue utilizado también para: modificar la ley de ministerios, crear el ENACOM, traspasar las escuchas ilegales a la órbita de la Corte Suprema, derogar el Código Procesal Penal, y eliminar reembolsos a puertos patagónicos.
Pero hay más. Según la base de datos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, hubo DNU que derogaron la devolución del 15% de la coparticipación a las provincias, eximieron de pago de contribuciones patronales a colegios de gestión privada, crearon la Cobertura Universal de Salud, establecieron un cupo fiscal para la producción de energía eléctrica, y oficializaron el acceso a las asignaciones familiares para monotributistas.
La lista se completa con el rechazo a cobro de haber no inferior a dos jubilaciones mínimas para excombatientes de Malvinas, la creación de régimen de redeterminación de precios para la obra pública, y la derogación de las normas que prescribían el «control directo» de nombramientos de empleados estatales.
Utilización de DNU según presidente
Los decretos de necesidad y urgencia tienen fuerza de ley pese a que son sancionados por el Poder Ejecutivo, aunque deben pasar por el Congreso, que a través de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, aprueba o rechaza su implementación.
A partir de 1994, esta herramienta fue introducida en la Constitución Argentina, lo que le valió un marco legal pero al mismo tiempo impuso una serie de restricciones: además de explicitarse su uso a una situación de necesidad y urgencia, se prohibió su emisión en las áreas de legislación tributaria, penal, electoral y de partidos políticos.
Según un informe de Nueva Mayoría, desde la llegada de la democracia, hasta diciembre de 2015, se firmaron un total de 1.136 DNU, lo que implica un promedio de 36 por año.
Si se realiza un promedio de cantidad de decretos por año, a la cabeza de la lista se ubica Eduardo Duhalde, quien en un año de gestión, firmó 158.
Por su parte, bajo la presidencia de Néstor Kirchner se firmaron en total 270, con un promedio de 60 por año. A diferencia de Duhalde, bajo su gestión los decretos de excepción tuvieron control parlamentario.
Durante la gestión de Carlos Menem (10 años), se firmaron 545 DNU, un promedio de 54,5 decretos por año.
En la presidencia de Fernando de la Rúa (1999-2001), se emitieron 73 decretos especiales en dos años de mandato. En promedio, son 36,5 DNU por año.
Cristina de Kirchner firmó 76 decretos de necesidad y urgencia en 8 años, con un promedio de 9,6 por año.
Raúl Alfonsín tiene la tasa anual más baja de DNU. Entre 1983 y 1989 se firmaron un total de 10 decretos de necesidad y urgencia, con un promedio aproximado de entre 1 a 2 decretos anuales.
Fuente: Ámbito
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