«ES UN RECONOCIMIENTO MUY ESPERADO»
La nieta del poeta Juan Gelman, Macarena Gelman, expresó hoy su «satisfacción» por la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que condenó a Uruguay por la desaparición de su madre, en 1976. La joven dijo estar «conmovida» y a la vez con «expectativa» por el cumplimiento del dictamen, aunque anticipó su confianza que el Estado uruguayo cumplirá con los 11 puntos del fallo.
«Algunos pueden verlo como una pequeña victoria, pero también un reconocimiento muy esperado por todo lo que sucedió», agregó la joven en una rueda de prensa en la sede de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), en el centro de Montevideo.
Macarena Gelman estuvo acompañada por Liliana Tojo, una de las abogadas defensoras, que pertenece al Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil, por sus siglas en inglés) y que dio detalles sobre el contenido de la sentencia. Dijo que confía en el cumplimiento por parte del Estado, pero que si eso no ocurre, la Corte IDH tiene mecanismos como para seguir presionando. Uno de ellos dar cuenta a la asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Asimismo, puntualizó que habrá satisfacción plena cuando el fallo se cumpla en su totalidad», incluyendo la colocación de una placa en el edificio del Servicio de Inteligencia del Estado con los nombres de quienes estuvieron detenidos allí en tiempo de la última dictadura (1973-1985) y un acto público de reconocimiento de los hechos. Esas instancias serán organizadas por el Estado uruguayo, pero «siempre en coordinación» con los demandantes, agregó Tojo y subrayó que «no ha sido un fallo contra el actual gobierno uruguayo sino contra el Estado, que integran los poderes ejecutivo, legislativo y judicial».
Tanto Macarena como Tojo aseguraron que el Estado uruguayo posee mecanismos como para investigar en serio y a fondo la desaparición de Maria Claudia García, nuera del poeta Juan Gelman y madre de Macarena. «Y no se trata solamente de interrogar a algunos miembros de los aparatos represivos que puedan saber algo. Hay protocolos internacionales que recomendan otros pasos. Si fuera solamente por la vía de preguntar a los presuntos responsables, que no quieren hablar, entonces no me hubieran encontrado a mí», dijo Macarena.
La joven nació en cautiverio a poco de que su madre fuera secuestrada en Buenos Aires y trasladada ilegalmente a Uruguay, entre agosto y diciembre de 1976. En el 2002 recuperó su identidad tras una investigación impulsada por organizaciones de derechos humanos de Uruguay y Argentina, básicamente. Además, confirmó también que la indemnización económica que fijó la Corte, y que rondará los 180 mil dólares, será donada a la organización Aldeas Infantiles, una fundación internacional que ayuda a los niños brindándoles un hogar y familias sustitutas.
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