El Presidente publicó una carta en el diario Norte de Chaco en el que remarca la importancia de aprobar del proyecto «de normalización de la deuda pública» que derogaría las leyes Cerrojo y de Pago Soberano.
El Presidente Mauricio Macri, en un guiño hacia los intendentes de las capitales provinciales que se reúnen hoy con él, publicó una carta en el diario Norte de Chaco en el que remarca la importancia de aprobar del proyecto «de normalización de la deuda pública», que derogaría las leyes Cerrojo, de Pago Soberano, para que la Argentina le pague a los fondos buitre y el país pueda volver a generar deuda.
No es casual el medio elegido para publicar la misiva, ya que el intendente de Resistencia y ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández, Jorge Capitanich, también se reunirá hoy a las 12 con el titular del Ejecutivo, en la quinta de Olivos, junto con el resto de los jefes comunales de todas las ciudades capitales del país.
«Desde mi primer día como presidente me propuse trabajar con una única intención: lograr que cada argentino, en cada una de nuestras provincias, tenga la posibilidad de vivir mejor», escribió Macri en el diario chaqueño.
El presidente también remarca la necesidad del país de ser «confiable» y que «la decisión de cerrar el problema de la deuda con los holdouts responde a este mismo objetivo».
Vale destacar que el viernes el ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación, Alfonso Prat Gay, al presentar ante un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados el proyecto de “normalización de la deuda pública” por el cual el gobierno busca ponerle fin al litigio con los buitres, aseguró que esto beneficiaría a las provincias.
Con el ojo puesto en las objeciones del peronismo para votar a favor del proyecto, el ministro indicó que “esto también se aplica a los gobiernos provinciales, que están deseosos de hacer obras públicas y que no pueden cumplir promesas de campaña por las que fueron elegidos».
El texto completo de la carta del presidente:
Hace un tiempo recibí una carta de Matías, un joven chaqueño de la ciudad de Barranqueras, que me decía: “Desarrollemos el norte, Mauricio, acá hay gente con ganas de trabajar que no quiere irse a otras ciudades en busca de mejores empleos. Gente como yo, que está cansada de escuchar que tiene que irse lejos porque acá no tendremos futuro”.
Esta carta, así como cada uno de los cientos de mensajes que llegan a la Casa Rosada todos los días, me confirma que los argentinos estamos para más, y sobre todo que tenemos con qué. Existe una gran brecha entre el país que somos y el que podemos ser, por eso desde mi primer día como presidente me propuse trabajar con una única intención: lograr que cada argentino, en cada una de nuestras provincias, tenga la posibilidad de vivir mejor.
Vivir mejor significa poder conseguir un trabajo en el lugar donde naciste y que no tengas que irte de tu provincia por falta de oportunidades. Significa que ninguna casa en tu barrio esté sin acceso a agua corriente y cloacas; que cuando viajas de una ciudad a otra puedas hacerlo tranquilo, sabiendo que las rutas están en buen estado; que si caminas por la calle o tus hijos salen de noche puedan hacerlo sin miedo, porque saben que hay un Estado que está ahí para cuidarlos.
Estos son algunos ejemplos de las metas que guían nuestro gobierno; el norte que nos orienta y nos impulsa en cada una de las decisiones que implementamos.
Para alcanzarlas, necesitamos poner en marcha nuestra economía, y una forma de activarla es tender puentes con el mundo. ¿Por qué? Porque necesitamos generar trabajo para lograr nuestro objetivo de pobreza cero. Si somos confiables y establecemos relaciones inteligentes y maduras con otros países, vamos a conseguir que inviertan en nuestro país. Más confianza es más inversión. Más inversión es más trabajo. Y más trabajo es la forma más genuina para salir de la pobreza.
La Argentina tiene un rol importante para jugar en el escenario internacional. Somos un país con un potencial enorme, no sólo por nuestras riquezas naturales: la creatividad, el ingenio, la capacidad de innovación y la pasión de los argentinos son reconocidas en todo el mundo. En los últimos años, lamentablemente usamos mucha de esa energía en pelear entre nosotros y aislarnos del mundo.
Por eso estamos trabajando para mostrarle al mundo que vale la pena apostar por la Argentina.
Queremos expandir nuestra economía y llevar productos a las góndolas de cada país. Podemos pasar de ser el granero del mundo a ser el supermercado del mundo, porque sabemos que así vamos a generar más trabajo y más oportunidades para los argentinos.
También queremos compartir conocimientos, incorporar las mejores prácticas en nuestras escuelas públicas, trabajar con nuestros vecinos para ponerle un freno al narcotráfico y armar grandes equipos para combatir el cambio climático.
Las visitas oficiales de Rosen Plevneliev, presidente de Bulgaria, Matteo Renzi, presidente del Consejo de Ministros Italiano y François Hollande, presidente de Francia, sumadas al próximo viaje del presidente de Estados Unidos Barack Obama, son una gran noticia. Porque nos demuestran que vamos por buen camino, que estamos yendo hacia esa Argentina confiable que nos va a abrir las puertas hacia un futuro mejor.
La decisión de cerrar el problema de la deuda con los holdouts responde a este mismo objetivo. Es una condición clave para construir la confianza que queremos generar: es difícil que un vecino nos preste su pala si todavía no le devolvimos el rastrillo que nos prestó hace un tiempo. Desde ya, el problema es bastante más complejo.
Pero lo importante es que la Argentina debía honrar sus deudas para ser confiable y poder acceder al crédito internacional.
Si tenemos crédito, por ejemplo, va a ser más fácil para los emprendedores contar con el dinero que necesitan para empezar sus proyectos; las familias podrán sacar un crédito hipotecario para tener su casa propia, y el Estado va a poder hacer las obras de largo plazo que de otra forma no podría hacer, como el Puente Chaco – Corrientes, que será de vital importancia para el transporte y el crecimiento de las provincias del noreste argentino.
O como la mejora de la hidrovía como sistema de transporte de carga en la región, para que sea la puerta de salida de sus exportaciones. Sé que un futuro mejor para nuestra gente es posible.
No va a ser de un día para el otro, pero tenemos todo para que Matías y todos los argentinos podamos vivir en el país que nos merecemos.
Fuente: La Mañana
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