El precandidato presidencial del PRO mantuvo en reserva el nombre de su compañero de fórmula. Nuevo rechazo a un acuerdo con el FR.
Apenas confirmó que su delfín, Horacio Rodríguez Larreta, se impuso en las PASO por una diferencia inesperada sobre Gabriela Michetti, Mauricio Macri cerró la victoria en su territorio y elevó la mano de su ministro ganador entre globos y aplausos.
No fue todo: también convocó a una conferencia de prensa para la primera mañana de este lunes. Para sorpresa de todos, el alcalde porteño saliente se refirió poco a su distrito, no se privó de ensalzar a su candidato, pero concentró su fuego en el armado nacional.
Apeló al suspenso para anunciar que ya tiene un candidato a vicepresidente, que decidió mantener en reserva, y a la dureza para condicionar al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y descartar de nuevo un posible acuerdo con esa fuerza en la provincia de Buenos Aires, el distrito donde el PRO asume que todavía tiene un largo camino por recorrer.
«Ya elegí a mi compañero de fórmula», disparó el candidato presidencial y prometió revelar el nombre «en su momento». Así buscó capitalizar el suspenso que sembraron sus operadores desde la tarde del domingo, cuando michettistas y larretistas protagonizaban un duro combate de estimaciones de boca de urna.
En esas horas, los funcionarios hicieron correr que Macri haría un anuncio «muy importante» junto a levantarle la mano al precandidato ganador del PRO para la capital. Por la noche, el anuncio nunca se concretó, pero la versión indicaba que Macri le ofrecería a Michetti aceptar la candidatura a la vicepresidencia o ser la vice de Larreta.
La mujer descartó de cuajo la primera posibilidad y sus voceros negaron la segunda. Sin embargo, el plan comunicacional post PASO del PRO ya estaba en marcha y, ni lerdo ni perezoso, Macri cruzó la General Paz desde las ocho de la mañana, al menos en su discurso, y se concentró en tierra bonaerense, el lugar de donde podría provenir ese candidato a vice que todo su entorno considera un «enigma».
Para Macri la tierra gobernada actualmente por su «amigo» Daniel Scioli es también la «madre de todas las batallas», especialmente porque la cosecha de intención de votos que registra podría hacer empalidecer toda la construcción a nivel nacional.
«Sentimos que en la provincia también hemos crecido muchísimo. En las evaluaciones ya se ve que la candidatura de María Eugenia Vidal despierta enormes consensos.
El desafío está en acelerar ese crecimiento en los próximos meses», prometió el alcalde porteño y le apuntó al poseedor de los votos que necesita para revertir la aridez: «Sergio Massa representa una interna dentro del peronismo, representa una alternativa al propio kirchnerismo por parte de gente que gobernó, que fue parte de esta década, y en algunos casos de estos 25 años.
Y hemos dicho más de una vez que no podemos seguir confiando nuestro futuro a aquellos que han gobernado estos 25 años y han cumplido muy poco», acusó.
El salto discursivo de la General Paz por parte de Macri será acompañado por «al menos una o dos visitas semanales al Conurbano», explicaron desde el Ministerio de Gobierno, conducido por Emilio Monzó, el hombre que menos se mostró en medio del novelón porteño.
Con ese despliegue el macrismo ha comenzado un discreto plan de reducción de daños por la «porteñización de la campaña presidencial», es decir, por las palpables consecuencias que ha sufrido el perfil de Macri debido a la postergación de Michetti.
«Así como el barro lo hizo retroceder hace unos 15 días y si retrocedió tres escalones, ahora los va a recuperar con el impacto de haber ganado la Capital», dice, esperanzado, uno de los operadores del PRO, aunque la lectura sigue vinculando a la Capital con el interior, un equilibrio donde el premier Larreta arranca cerca de ganar la jefatura de Gobierno en primera vuelta para el 5 de Julio, pero con amplias chances de afrontar una polarización con Martín Lousteau, una instancia que podría poner en peligro esa esperanza y al premier al borde de un balotaje donde no todo está garantizado.
Otra vez la presencia de Michetti aparece corrosiva a los dos lados de la General Paz, especialmente por el papel determinante que tendría su ausencia. Mientras baja la espuma de la derrota, cerca de la senadora nacional admiten que ella «podría acompañar a Mauricio en todo el país, pero hacer campaña por Horacio, imposible». «
Hugo Moyano afirmó que la victoria del PRO es «un reconocimientoa la tarea» del macrismo.
Fuente: Tiempo Argentino
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